Durante la emisión en vivo de Cortá por Lozano (Telefe), Hernán Drago se mostró visiblemente conmocionado al enterarse del fallecimiento de Alejandra “Locomotora” Oliveras, quien murió a los 47 años tras permanecer internada durante 13 días por un ACV. La noticia fue comunicada por Sol Pérez, que interrumpió el programa para dar a conocer la triste novedad.
Con lágrimas en los ojos, Drago compartió al aire el vínculo que lo unía a la exboxeadora. “Fuimos compañeros, compartimos charlas en camarines, cosas comunes… no me lo esperaba ni loco”, expresó con la voz entrecortada.
El panelista relató que en los últimos días le estuvo escribiendo mensajes de aliento por WhatsApp, confiado en que Oliveras se recuperaría.
“Era cuestión de tiempo que me iba a poder contestar, porque se iba a mejorar. Le decía que no estaba sola”, sostuvo.
Drago contó que incluso se había ilusionado con las noticias esperanzadoras que llegaban desde el entorno de la boxeadora.
“Ayer le mandé un mensaje porque escuché que sus hijos habían dicho que se estaba mejorando, que había abierto los ojos… Pensaba en la madre que estaba detrás”, recordó.
“No lo puedo creer”, repitió Drago al cierre de su testimonio, aún conmovido por la inesperada pérdida de quien fuera un ícono del deporte argentino.
Las emotivas despedidas a “Locomotora” Oliveras
Minutos después de que se conociera la noticia, varias figuras del espectáculo despidieron a Oliveras con sentidos mensajes en redes sociales.
Guido Süller escribió: “No puede ser tan injusta la vida. Nunca te voy a olvidar, guerrera de la vida. Lloro porque te amo. Tan buena persona has sido conmigo y con todos. Todo es muy injusto”.

L-Gante también le dedicó un mensaje en sus historias de Instagram: “Q.E.P.D. Locomotora”.

Por su parte, el doctor Alberto Cormillot lamentó profundamente su partida: “Hoy recibí una de esas noticias que uno nunca quiere escuchar. Falleció Alejandra ‘Locomotora’ Oliveras. Una amiga de la vida. Una luchadora incansable. Una mujer que nos enseñó que siempre se puede. Te vamos a extrañar. Hasta siempre, campeona”.

Cormillot recordó además el vínculo que los unía: “Tuve el privilegio de conocerla, de compartir charlas inolvidables y de recibirla en nuestra clínica, donde dejó un mensaje de resiliencia que tocó profundamente a nuestros pacientes. Ese día me regaló sus guantes de boxeo y me dio una mini clase”.