Cristina Pérez y Valentina Bassi protagonizaron dos cruces en la mesa de Mirtha Legrand, centrados en temas de actualidad política y judicial. La discusión escaló rápidamente debido a la implicación personal de Bassi en el tema de la discapacidad y sus críticas al accionar del gobierno y la Justicia.
El primer punto de conflicto se originó cuando Bassi (madre de Lisandro, un joven de 17 años con Trastorno del Espectro Autista o TEA, y una de las caras visibles en la lucha por la Ley de Emergencia en Discapacidad), compartió su “desazón” y “desesperación” por la situación actual.
Bassi describió que el ajuste más fuerte se dio en los sectores más vulnerables. Manifestó su preocupación por llenar formularios para la obra social y no saber si su hijo tendrá escuela especial el año próximo.
“Estamos desesperados. Las personas con discapacidad no pueden esperar más. No es un slogan”, remarcó.
La crueldad y el equilibrio fiscal
La actriz criticó el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad, calificando el hecho como “crueldad”. Además, aseguró que “el sistema de cuidados está desmoronado”, a pesar de que el gasto estatal representa el 0,003% del PBI.
“No descalabra ningún equilibrio fiscal y no lo hacen. Para nosotros es letal porque juegan con el tiempo”, señaló. Cristina Pérez se pronunció al respecto en la mesaza y habló del equilibrio fiscal y “gasto responsable que viene de los impuestos de la gente”.
“Hace 15 años que la Argentina no crece”, aseguró. A su vez utilizó el ejemplo de Bassi para reforzar su punto sobre la eficiencia en la gestión y señaló: “Si hay un 40% de pensiones para discapacitados que son truchas, es gente que está recibiendo algo que le corresponde al hijo de Valentina”.
Bassi corrigió a Pérez con vehemencia. La actriz hizo una salvedad: aunque está de acuerdo en que nadie que no lo merezca deba cobrar una pensión, afirmó que la auditoría realizada “no fue para buscar transparencia, fue para ajustar”.
Bassi explicó que, en su experiencia, estas auditorías fueron “un desastre” y provocaron que se sacaran de circulación cientas de pensiones “al voleo”. “Cuando hablamos de las pensiones truchas, estamos de acuerdo que nadie tiene que cobrarlas si no lo merecen, pero estas auditorías fueron un desastre. No querían transparencia, querían ajustar”, afirmó.
El desempeño de la Justicia ante la corrupción
El segundo cruce se produjo al debatir sobre la corrupción, específicamente el caso de las presuntas coimas en la Agencia de Discapacidad (Andis).
Cuando Bassi opinó que la Justicia es un “problemón porque no hace su trabajo” y preguntó si trabaja “con el signo político,” Pérez la cruzó firmemente. La periodista defendió que la Justicia argentina “está actuando” y funciona.
Pérez citó la causa Vialidad como prueba de que se rompió un círculo de impunidad que protegía a un Presidente de la Nación implicado en corrupción y también mencionó que el caso Andis está en investigación, esperando pruebas, además de mencionar los allanamientos recientes en el caso de José Luis Espert.
La periodista señaló que cuando existe “evidencia incontrastable hay reacción” y argumentó que existe una “doble vara” en la opinión pública, donde “importa más la corrupción cuando es de un lado que del otro”.
Bassi, por su parte, mantuvo su escepticismo sobre la celeridad judicial. Preguntó por qué se demoró el pedido de extradición de Federico Fred Machado, observando que, aunque el pedido llegó a la Corte el viernes pasado a las diez de la mañana, su “sensación de ciudadana” era que “lo estaban cuidando”. “Serían injusto hablar de sensaciones”, la cruzó la conductora de LN+.
Además, mencionó el “Caso Libra” como otro ejemplo de lentitud. Ante la insistencia de Pérez de que la Justicia estaba investigando, Bassi lamentó: “Bueno, entonces es muy lenta, tan lenta que ya no sirve”.