¿Cuántas veces los noticieros han narrado la historia de las enigmáticas “viudas negras”? Tantas que, de alguna manera, se hicieron moneda corriente. Sin embargo, para Malena Pichot estas historias de las asesinas despiadadas sirvieron como fuente de inspiración para volver a crear. Entonces concibió a Viudas negras, serie que después de varios años de trabajo, pausas, dudas y algunas trabas, saldrá a la luz en 2025 de la mano de Flow y TNT.
Las “Viudas negras” son mujeres que, como arañas, tejen pacientemente sus telas de engaño y envuelven a sus víctimas en una red de seducción y manipulación. Con labios que prometen miel, estas femme fatales emprenden un juego mortal, donde cada movimiento está calculado y cada palabra es una pieza clave en su macabro tablero. Con veneno sutil o fuerza brutal, motivadas por la avaricia o la venganza, ponen fin a las vidas de aquellos que se cruzan en su camino, dejando tras de sí un enigma que intriga y horroriza a partes iguales.
En la serie, Pichot, quien protagoniza junto a Pilar Gamboa, se embarca en una comedia negra que narra la historia de dos amigas con un oscuro pasado. Gamboa interpreta a Maru, una mujer que lleva una vida cómoda en un exclusivo barrio cerrado. Sin embargo, su pasado guarda un oscuro secreto: en su adolescencia, junto a su amiga Mica (Pichot), fueron “Viudas negras”. Ahora, ambas mujeres deberán enfrentarse a las consecuencias de sus acciones juveniles, al tiempo que desentrañan las complejidades de su relación y los eventos que las marcaron.
“La inspiración siempre viene de la amistad”, confesó Pichot en diálogo con La Voz desde una de las locaciones donde se filmó la serie, antes de reconocer que el eje de sus relatos suele girar en torno a las conexiones humanas. Viudas negras no es la excepción: explora la relación entre dos amigas que, tras años sin verse, se reencuentran en plena crisis de los 40. “Quería hablar de cómo las amistades verdaderas, esas que sobreviven a todos los cambios de tu vida, son únicas. Y, al mismo tiempo, quería contar una historia sobre mujeres haciendo cosas malas”, explicó, sentada entre sus colegas en un parque soñado con una piscina de fondo, en una casa de San Isidro que funcionó como set de filmación.
Así, Malena, que es también showrunner y guionista de la serie, se planteó un desafío narrativo: retratar a las protagonistas como personas complejas y, a veces, moralmente cuestionables. En ese sentido, subrayó: “No se trata de que los personajes sean feministas, sino de mostrar que las mujeres, como personas, pueden tener defectos y tomar malas decisiones”.
En cuanto a su desempeño en varios roles, delante y detrás de cámara, Malena definió el de showrunner como el fundamental para mantener la cohesión de la obra. “Sería terrible si también dirigiera, eso es una locura”, aseguró entre risas.
“El showrunner amalgama todo, mantiene el tono claro y asegura que todo funcione. Es un título más, pero me encanta porque implica cuidar la historia desde todos los ángulos”, añadió.
Mujeres frente y detrás de cámaras
La presencia femenina no se limita a los personajes de la serie, sino que también se refleja en el equipo técnico y creativo. “Lo vivo como un milagro cada vez que pasa”, admitió Pichot sobre trabajar en un proyecto liderado por mujeres.
Para Mónica Antonópulos, quien interpreta a una exmodelo intentando entrar en el mundo de la farándula, esta dinámica no sólo transformó el ambiente laboral, sino que también impactó en el producto final. “Hay un público que está pidiendo estas historias, necesitamos diversidad para no ver siempre lo mismo”, expresó la actriz.
Así mismo, el ambiente colaborativo fue clave para el éxito del proyecto. Según Antonópulos, la interacción constante entre el equipo permitió enriquecer los personajes y el guión. “Hubo mucha libertad y propuestas de juego. Eso es fundamental, especialmente en la comedia, donde la devolución es clave para no sentirte expuesta”, explicó.
Minerva Casero, parte del elenco, resaltó la importancia de tener una perspectiva femenina en la dirección de la serie, de la mano de Coca Novick. “Es súper interesante y celebro muchísimo la presencia de mujeres en espacios donde quizás no estábamos acostumbradas”, comentó.
Por su parte, María Fernanda Callejón, la líder del grupo delictivo en la serie, reflexionó sobre el impacto del feminismo en la industria y cómo este se refleja en la obra de Pichot. “Malena tiene esa mirada de feminista que rompe con todo, pero sin caer en lo fundamentalista. Luchamos por la igualdad, no contra el género opuesto”, afirmó, destacando que el humor es una herramienta poderosa para transmitir estos mensajes.
El humor como herramienta para romper moldes y crítica
El humor es uno de los pilares de la serie, utilizado tanto como medio de entretenimiento como para abordar temas difíciles. Marina Bellati, compañera de reparto, lo definió como una herramienta poderosa. “Lo uso para decir lo que me cuesta, para hablar de lo difícil. Es el género mayor, porque es muy buchón: si no se rieron, no se rieron. No hay otro análisis”, expresó.
Pichot también reflexionó sobre los desafíos de hacer humor en la actualidad, marcada por las tensiones entre corrección política y libertad creativa. “Invertimos roles. Por ejemplo, Alan, el esposo de la protagonista, es el personaje que frena, el lugar que suelen ocupar las esposas en series de acción. Me saqué el gusto de poner a un hombre ahí”, reveló.
En la continuidad de la entrevista, Gamboa reivindicó al humor como un recurso poderoso para afrontar las adversidades. “Tiene la capacidad de hacer pensar y de aliviar. Es una herramienta fundamental para respirar en tiempos difíciles”, argumentó.
Además, subrayó su poder como una vía para cuestionar lo establecido: “Con el humor, uno tiene la posibilidad de pensar ciertas cosas que están supuestamente dadas. Reírse invita a reflexionar, a respirar un poco, y en ese respiro surgen más preguntas. Quizá no tantas respuestas, pero sí la invitación a pensar”.
Casero coincidió con su compañera, y destacó además que, a pesar de su poder, el humor es a menudo subestimado. “Es bueno para la salud. Reír te ayuda a frenar lo que pasa en la cabeza”, destacó la hija de Alfredo. Siguiendo la misma línea, Callejón señaló que el humor permite profundizar y abordar temas críticos de manera única. “En las crisis siempre surgen posibilidades. Entretener y transmitir cultura es traer luz en un momento de oscuridad”, concluyó la exvedette.
Crisis y oportunidades: crear en tiempos difíciles
En medio de una crisis que afecta al sector audiovisual, las actrices se sienten privilegiadas de formar parte de una producción de esta magnitud. “La situación actual es muy difícil para todos, y me siento afortunada de poder trabajar con un elenco y una creadora como Malena, que es una referente”, señaló Agustina Tremari.
Por su parte, Gamboa defendió el valor del arte como una necesidad ancestral e imprescindible, en un momento en donde su utilidad se pone en duda. “Lo que más me preocupa es que se instale la idea de que si algo no es productivo, no sirve. Lo que hacemos parece que es de ‘vagos’, y eso me inquieta porque no es así”, afirmó.
La actriz compartió una experiencia reciente que ilustra la importancia del arte como escape de la realidad: “Hice una función de teatro en una cárcel de mujeres, y al final, una de las presas me dijo ‘gracias por sacarme de acá un rato’. Es eso, salir del mundo hostil un rato, irte a otro universo que te haga pensar sobre tu existencia. Eso no se puede medir en términos económicos”.
Gamboa también reflexionó sobre la contradicción de quienes desvalorizan el arte pero han experimentado su impacto: “Es una falacia decir que no sirve. Quienes sostienen eso seguramente alguna vez flashearon con una película, una obra o un libro. Bueno, con un libro no sé, no sé si leen tanto”, comentó entre risas.
Para ver
Viudas negras aún no tiene una fecha de estreno pero se espera que salga a la luz en 2025. La serie, de narrativa intrigante, cuenta con un elenco destacado que incluye a figuras como Fernanda Callejón, Minerva Casero, Agustina Tremari, Pachu Peña, Jerónimo Bosia y Mónica Antonópulos. También actúan Georgina Barbarossa, Julián Lucero, Alan Sabbagh, Emilia Mazer y Marina Bellati.
