Wanda Nara concretó finalmente lo que durante meses llamó “Mi proyecto”: una mansión a estrenar en Nordelta valuada en U$S 3.5 millones, que condensa su gusto por la sofisticación con un enfoque moderno hacia la eficiencia energética. Tras compartir durante meses los avances de la obra, la empresaria mostró la propiedad en su etapa más avanzada, revelando una construcción que combina dimensiones imponentes, diseño contemporáneo y una infraestructura sustentable de alto nivel.
La casa, ubicada en uno de los barrios más exclusivos del complejo, destaca por sus líneas minimalistas, su distribución amplia con más de cinco dormitorios y una estética que prioriza la entrada de luz natural. Desde el interior, las visuales desembocan en un extenso parque que conduce a un lago interno, convirtiendo cada ambiente en un refugio luminoso y enmarcado por el entorno verde.
Así es por dentro la mansión de Wanda Nara
Sin embargo, el rasgo que verdaderamente diferencia a esta mansión del resto es su corazón tecnológico. La propiedad fue diseñada con un sistema domótico integral: luces, climatización, cerraduras, persianas y seguridad pueden gestionarse desde un panel central o incluso desde el teléfono móvil. A esto se suma la instalación de paneles solares, que permiten reducir el consumo energético y hacer más eficiente el uso de recursos, un diferencial poco habitual en viviendas de este segmento.
Puertas adentro, el lujo se vuelve protagonista en cada detalle. La cocina, definida por la propia Nara como “de ensueño”, incluye una megaisla de mármol blanco y electrodomésticos empotrados de última generación. El vestidor, pensado a medida para su estilo de vida mediático, ocupa un espacio central en la planta superior. A esto se suman balcones vidriados con pisos de parquet, terrazas diseñadas con vegetación ornamental y ambientes amplios pensados para la vida familiar con sus cinco hijos.
La escritura ya está firmada y el proyecto simboliza, además de una inversión patrimonial, una nueva etapa personal tras su mediática separación del padre de sus hijas. Para Wanda, esta mansión no es solo una casa, sino un punto de partida.
