La discusión en torno a las regulaciones para las aplicaciones de alquileres temporarios como Airbnb se repiten en diferentes países y ciudades del mundo. Y ahora, Nueva York tiene nuevas reglas para esas transacciones.
La nueva Ley de Registro de Alquiler a Corto Plazo, que ya se había aprobado en 2022, empezó a regir ahora, con muchas novedades que han despertado discusiones y polémicas.
En primer lugar, la ley impide que se alquilen departamentos por menos de 30 días. Sí admite alquileres inferiores a ese tiempo siempre y cuando el anfitrión está presente en el alojamiento y no reciba más de dos visitantes.
Además, entre esas nuevas reglas, se exige a los anfitriones que alquilan sus casas o departamentos que se registren en la ciudad para poder alquilar a ese corto plazo.
Según informa The New York Times, para cobrar las tarifas asociadas con las estancias cortas (de menos de 30 días) Airbnb, Booking y otras empresas deben comprobar que la solicitud de registro del anfitrión ha sido aprobada.
Quienes no cumplan con esas reglas pueden ser multados con hasta 5000 dólares por infractores reincidentes, y las plataformas podrían recibir multas de hasta 1500 dólares por transacciones que involucren alquileres ilegales.
Funcionarios y defensores de la vivienda que habían impulsado las restricciones dijeron que éstas eran necesarias para evitar que los apartamentos se convirtieran en hoteles de facto.
“En la ciudad de Nueva York, los apartamentos residenciales deben ser para uso residencial”, señaló Murray Cox de Inside Airbnb, un grupo defensor de la vivienda que recopila información sobre la presencia de la compañía en distintas ciudades del mundo.
Qué dijeron desde Airbnb
Desde Airbnb lamentaron las restricciones porque, señalaron, “son un duro golpe para miles de neoyorquinos y pequeños comercios de los barrios periféricos”, según la agencia DPA.
Así lo expuso el Director global de políticas públicas de Airbnb, Theo Yedinsky. También dijo que las regulaciones del alquiler de corta duración (menos de 30 noches) es un “caso atípico extremo y uno de los esquemas regulatorios más complicados y restrictivos de todo el mundo”.
“Según estas regulaciones, los neoyorquinos no pueden compartir sus casas cuando están fuera por trabajo o de viaje. Se les prohíbe tener cerraduras internas en las puertas de los dormitorios”, argumentó.
Además, la empresa sostuvo que los neoyorquinos “tienen que certificar que entienden numerosos códigos municipales, largos y complicados”.
“El resultado es una prohibición de facto que no distingue entre los neoyorquinos que quieren compartir su casa y los operadores hoteleros ilegales”, sumó.
Airbnb ya ha informado en su página web de que las reservas confirmadas de estancias de menos de 30 noches con fecha de llegada a partir del 2 de diciembre se cancelarán y se reembolsará el importe correspondiente.
