Un apagón masivo ha sumido a España en el caos este lunes, afectando a todo el territorio peninsular, así como a Portugal y partes de Francia, desde las 12.30 hora local (15:30 GMT).
El corte de suministro eléctrico, cuyas causas aún se desconocen, ha paralizado ciudades enteras, dejando a cientos de personas atrapadas en ascensores, semáforos apagados y un colapso generalizado en el transporte público.
Caos en España por el apagón
En medio de la incertidumbre, muchos padres, descriptos como “histéricos” por testigos, han acudido a los colegios para retirar a sus hijos, temiendo que la situación se prolongue.
El 112 de varias comunidades, como Madrid y Murcia, reportó un colapso en las líneas de emergencia debido a las numerosas llamadas por personas atrapadas en ascensores.
Rescate en ascensores
Los bomberos de Madrid, Gipuzkoa y Barcelona han atendido más de 60 rescates en ascensores solo en las primeras horas, mientras que el Metro de Madrid y Barcelona tuvo que ser evacuado en oscuridad, causando pánico entre los pasajeros.

“Llevo 15 minutos en un ascensor con una señora”, relató un usuario en redes sociales, reflejando el desespero generalizado. Además, los semáforos apagados han generado un caos circulatorio en ciudades como Madrid, Barcelona y Murcia, con la DGT pidiendo a los ciudadanos evitar desplazamientos innecesarios.
En los colegios, la situación ha sido especialmente tensa. En Gipuzkoa, centros como Orixe en Donostia informaron a los padres que los niños comerían con cubiertos de plástico debido a la imposibilidad de usar electrodomésticos.
En Madrid, una profesora de un colegio del sur relató a medios locales que “muchos padres acudieron a recoger a los niños, aunque estamos intentando mantener la calma”.
Según OK Diario, las oficinas también comenzaron a cerrar, y los padres, ante el temor de que el apagón dure horas o días, optaron por llevarse a sus hijos a casa, agravando el caos en las calles.
El gobierno español, junto al Centro Criptológico Nacional (CCN), investiga si el apagón podría ser resultado de un ciberataque, aunque no descartan un sabotaje o una avería a gran escala. Iberdrola notificó un “black-out” a nivel nacional, y Red Eléctrica activó planes de reposición del suministro, que ya comienza a restablecerse en el norte y sur del país.
Sin embargo, hospitales como el Clínico de Santiago de Compostela operan con generadores, y ambulatorios en Gipuzkoa, como el de Ondarreta, han suspendido actividades no urgentes.
Mientras tanto, supermercados como Mercadona lograron mantenerse abiertos gracias a generadores, pero otros comercios cerraron por temor a robos.

El apagón, que también afectó a aeropuertos como Madrid-Barajas y El Prat, ha generado pérdidas económicas aún no cuantificadas y ha puesto en evidencia la fragilidad del sistema eléctrico europeo.
Luego los aeropuertos comenzaron a funcionar con energía propia.
Con el gobierno vasco y la Generalitat Valenciana activando planes de emergencia, la situación sigue siendo crítica mientras los ciudadanos exigen respuestas.