Un auto abandonado en una calle del oriente de Washington, en Estados Unidos, develó una truculenta historia. Adentro se encontraba el cuerpo de Andrew Sorensen, un joven de 20 años que había sido reportado como perdido hacía un año, en noviembre de 2020.
El cadáver tenía los tobillos atados, la boca vendada y rezagos de heridas con arma blanca. Tras el hallazgo del cuerpo, las autoridades policiales indagaron a John Eisenman, prometido de la propietaria del auto (Brenda Kross) donde estaba el cuerpo.
El viernes pasado, Eisenman, de 60 años, confesó que que fue él quien lo había matado. El móvil del asesinato, según el hombre, fue que Sorensen había sido novio de su hija, siendo ella menor de edad, y la había obligado a formar parte de una red de tráfico sexual.
Según continúa su relato, Eisenman viajó junto a Kross a Seattle, donde lograron rescatar a su hija adolescente de esa red de trata de personas en octubre de 2020. Al mes de que la joven estaba a salvo, el hombre fue a buscar al supuesto captor y lo agredió hasta matarlo.
Según informó el medio estadounidense New York Post, la policía apuntó que Eisenman “atacó a la víctima golpeándolo con un ladrillo de cemento en la cabeza y lo apuñaló reiteradas veces, lo que causó su muerte”.
Eisenman fue acusado de cometer asesinato en primer grado. Según las autoridades, el hombre no tiene antecedentes penales.
Eisenman fue arrestado en las últimas horas al ser acusado de cometer asesinato en primer grado. Según las autoridades, el hombre no tiene ningún antecedente penal.
