El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que sobre Ucrania no cabe “malentendido” alguno sobre lo que supondría un hipotético movimiento de tropas rusas, señalando que cualquier cruce de la frontera ucraniana sería considerado una “invasión” y, por tanto, tendría consecuencias.
Biden dio por hecho el miércoles en rueda de prensa que Moscú en algún momento dará orden de avanzar a los militares desplegados cerca de la frontera ucraniana, aunque la utilización de términos como “incursión menor” generó ciertas críticas por la introducción de potenciales matices en futuras respuestas.
“He sido absolutamente claro con el presidente (ruso, Vladimir) Putin”, dijo este jueves el inquilino de la Casa Blanca, al inicio de una reunión centrada en infraestructuras. “No hay ninguna duda: si Putin toma esta decisión, Rusia pagará un alto precio”, recalcó.
El presidente norteamericano avisó igualmente que Washington responderá si se trata de acciones encubiertas, por ejemplo de “militares rusos que no llevan uniforme”, y ha señalado que las autoridades ucranianas pueden estar tranquilas de que contarán en todo momento con el apoyo del país norteamericano.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitó el miércoles Kiev para reiterar personalmente este respaldo al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y este viernes se ha citado en Ginebra con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
