El Gobierno de Brasil manifestó su preocupación por las acusaciones de violaciones de derechos humanos contra opositores en Venezuela y urgió a las fuerzas políticas a dialogar para resolver las controversias internas. Aunque reconoció algunos gestos de distensión del gobierno de Nicolás Maduro, Brasil instó a garantizar los derechos básicos de la oposición.
Preocupación por la situación de la oposición
En un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Lula Da Silva expresó su preocupación por las acusaciones de violaciones de derechos humanos contra opositores en Venezuela.
Enfatizó que “para la plena validez de un régimen democrático, es esencial que a los líderes de la oposición se les garanticen los derechos básicos de ir y venir y manifestarse pacíficamente con libertad y con garantías para su integridad física”.
Reconocimiento de gestos de distensión y llamado al diálogo
El comunicado también repudió “los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución de opositores políticos”. Sin embargo, reconoció “los gestos de distensión del gobierno de (el presidente venezolano, Nicolás) Maduro”, como la liberación de detenidos y la reapertura de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Caracas.
Además, instó a “las fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar el entendimiento mutuo” para “resolver controversias internas”.
Posición de Brasil sobre la investidura de Maduro
Hasta el momento, el Gobierno brasileño no se pronunció oficialmente sobre la nueva investidura de Maduro, aunque el presidente Luiz Inácio Lula da Silva abordó el asunto con su homólogo francés, Emmanuel Macron.
Ambos mandatarios coincidieron en pedir a Maduro que retome el diálogo con la oposición para facilitar “la vuelta de la democracia y de la estabilidad” en Venezuela.
Brasil no reconoció la victoria de Maduro en las elecciones del 28 de julio de 2024, en las que la oposición denuncia fraude.
Lula intentó mediar en el conflicto y se sumó a los llamamientos internacionales para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) divulgue las actas electorales, lo que generó fricciones con Caracas.