Simpatizantes del expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, invadieron este domingo la sede del Congreso en Brasilia, el Palacio presidencial de Planalto y la sede del Tribunal Supremo Federal, en el marco de una manifestación contra el nuevo mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
De acuerdo con la prensa local, la Policía Militar respondió con gases lacrimógenos y los manifestantes -que protestan contra Lula y su vicepresidente, Geraldo Alckmin- se subieron a la parte superior del Congreso, cerca de las cúpulas de la Cámara y el Senado.
Los manifestantes se concentraron este domingo, más temprano, frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia. Luego marcharon hasta la Explanada de los Ministerios, donde se produjeron los incidentes.
Entre los principales reclamos figuraban la detención de Lula, la intervención militar y la vuelta de Bolsonaro al poder.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo haber mantenido contactos con los gobernadores para abordar los “actos antidemocráticos”. “Queremos que la ley prevalezca y no haya crímenes. Estoy en Brasilia. Espero que no haya actos violentos y que la Policía no tenga que actuar. La ‘toma del poder’ solo puede suceder en 2026, tras unas nuevas elecciones”, argumentó.
Partidarios de Bolsonaro invadieron el Congreso en Brasil
Los manifestantes rompieron vidrios, cámaras de seguridad, armarios y despachos en el Planalto y el STF. Se sabe que llegaron en caravanas desde todo el país mientras Bolsonaro se encuentra en Orlando, Estados Unidos, donde viajó tras abandonar el poder.
Lula se encuentra en Araraquara, interior de San Pablo, en una visita prevista en agenda desde el viernes para ver zonas de desastre causados por las lluvias. Como respuesta a los incidentes, el mandatario firmó un decreto que establece la intervención federal en Brasilia. El mandatario calificó a los manifestantes como “terroristas” y dijo que “pagarán con toda la fuerza de la ley”.
El líder del PT dijo que la violencia de las últimas horas “no tiene precedentes”. “Nunca se ha hecho en la historia de este país”, lamentó durante un discurso en el que recordó sus propias derrotas electorales.
“Estos actos antidemocráticos deben sufrir el rigor de la ley”, afirmó el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.
La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) gobernante, Gleisi Hoffmann, acusó al gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha -aliado de Bolsonaro- de haber liberado la zona para permitir el avance de los manifestantes.
El secretario de Seguridad de Brasilia es Anderson Torres, quien fuera ministro de Justicia de Bolsonaro.
