Este sábado, el rehén argentino-israelí Iair Horn fue liberado tras 16 meses en cautiverio en Gaza, un regreso que trajo alivio no sólo a su familia sino también a aquellos que lo conocen desde hace décadas. Alejandro Kofman, un amigo entrañable, compartió con La Voz detalles sobre la amistad que los une desde su adolescencia en el Movimiento Juvenil de la comunidad judía de Argentina.
“Lo conozco hace más de 30 años”, cuenta Kofman, oriundo de Corrientes sobre su vínculo con “Iao” como llama a Iair. A través de campamentos y seminarios del movimiento de referencia, ambos se conocieron y forjaron una amistad que creció con los años, hasta el punto de que ambos decidieron mudarse a Israel en la década de los 90. Allí vivieron juntos en un kibutz, hicieron el servicio militar y compartieron numerosos momentos de la vida comunitaria, un lazo que se consolidó incluso tras el regreso de Alejandro a nuestro país.
El último contacto de Alejandro con Iair -cuenta y se estremece- fue ocho días antes del cruento ataque de milicianos de Hamas el 7 de octubre de 2023, cuando su hijo visitó a Horn en su casa en la zona de Nir Oz, el kibutz donde fue secuestrado. “Mi hijo se salvó por ocho días de sufrir la misma tragedia que Iao”, dice Kofman, conmovido.
Un creativo nato
Alejandro dice que además de su carácter alegre, Iair era conocido por su creatividad y espíritu emprendedor. Por caso, “en tiempos de pandemia, ideó un pub móvil para recorrer los kibutz y llevar diversión a quienes no podían salir debido a la cuarentena”, recuerda.
“Él hacía stand up, animaba y producía programas de radio; tiene una gran capacidad histriónica”, resume el perfil de su amigo.
Kofman es correntino de origen pero reside en la ciudad de Córdoba donde se dedica a la actividad comercial.
“A Iao también lo apasiona el fútbol, a tal punto que hoy, cuando lo trasladaron en helicóptero desde el punto de liberación hasta el hospital en el que le realizaron los estudios médicos le pidió al piloto que sobrevolara el estadio Turner, que pertenece al equipo de sus amores en Israel: Hapoel Be’er Sheva”. La institución deportiva tiene sede en la ciudad de Beersheva, en la región del Néguev.
“En Argentina era fanático de Atlanta”, apunta.
Alejandro desea, “de corazón”, que, tras su liberación, Iair siga siendo el hombre de enorme vitalidad e increíble capacidad para hacer frente a las adversidades de la vida, con humor y optimismo.