Pedro Castillo, el expresidente de Perú, fue condenado a 11 años, 11 meses y 15 días de prisión por el delito de conspiración, luego de que intentó establecer un gobierno de emergencia y disolver el Congreso en diciembre de 2022.
La Sala Penal Especial de la Corte Suprema consideró que el entonces jefe de Estado no consumó el delito de rebelión, al no concretarse sus intenciones golpistas. Según informó El País, también se establecieron penas para exministros vinculados en el intento de golpe de Estado.
Intento de golpe de Estado en Perú: qué pasó en 2022
Castillo fue juzgado desde marzo por haber anunciado el 7 de diciembre de 2022 la disolución del Congreso, la instauración de un gobierno de excepción y la intervención del Poder Judicial, lo que fue calificado por la Fiscalía como un intento de quiebre del orden constitucional. Con el cierre del Parlamento Castillo intentaba evitar una votación que buscaba su remoción por “permanente incapacidad moral”.
Ese mismo día el entonces mandatario fue detenido por la policía tras salir del Palacio de Gobierno cuando se dirigía con su familia hacia la embajada de México, según la reconstrucción de los hechos recogida en el expediente judicial. Inmediatamente el Congreso lo destituyó.
Castillo ya había sobrevivido a otros dos intentos previos de remoción. Apenas estuvo 16 meses en el gobierno y modificó cinco veces su gabinete con más de 60 cambios de secretarios, lo que provocó una parálisis interna.
El juicio incluyó testimonios de exfuncionarios, mandos policiales y miembros de la escolta presidencial, que han detallado las órdenes de Castillo y las circunstancias de su detención.
Castillo, maestro rural y sindicalista, ganó la elección de 2021 en segunda vuelta contra Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000).
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*Con información de Associated Press



























