Una familia argentina fue trágicamente asesinada en la ciudad inglesa de Luton el pasado 13 de septiembre de 2024. Nicholas Prosper, un joven de 18 años, asesinó a su madre, Juliana Falcón, de 48 años, y a sus dos hermanos menores, Kyle, de 16, y Giselle, de 13. El macabro hecho ocurrió alrededor de las 5:30 de la mañana, lo que alertó a los vecinos quienes llamaron a la policía tras escuchar gritos y disparos. Al llegar al lugar, los agentes encontraron los cuerpos sin vida de las tres víctimas.
Prosper fue detenido a unos 600 metros del lugar del crimen y en su poder se encontró el arma homicida: una escopeta de doble cañón que había adquirido utilizando una identificación falsa.
Horas antes del ataque, el joven grabó un video que publicó en la red Mega, en el que afirmaba haber sido “elegido” para una misión y se comparaba con los cristianos guiados por Jesucristo.
Además del triple asesinato familiar, los investigadores descubrieron que Prosper tenía planeado llevar a cabo una masacre en la escuela primaria St Joseph’s Catholic Primay School, donde había estudiado. Sus escritos revelaron su intención de asesinar a 30 alumnos y dos profesores antes de quitarse la vida, con el objetivo de superar la cantidad de víctimas de la masacre de Sandy Hook en Estados Unidos.
Las búsquedas en Internet realizadas por el joven antes de los crímenes fueron claves para la investigación, ya que incluían temas como tiroteos masivos, heridas de escopeta y necrofilia. Durante el juicio en el Tribunal de la Corona de Luton, el juez señaló que la ambición de Prosper era la notoriedad, buscando ser reconocido póstumamente como el tirador escolar más famoso del siglo XXI.
Finalmente, Nicholas Prosper se declaró culpable de tres cargos de asesinato y admitió la compra ilegal del arma. Este miércoles, la Justicia británica lo condenó a cadena perpetua, con un mínimo de 49 años de prisión antes de poder solicitar la libertad condicional.
Juliana Falcón era una mujer argentina oriunda de Mar del Plata, donde nació el 4 de junio de 1976. Asistió a la escuela primaria N°18 y realizó sus estudios secundarios en el Instituto Polivalente de Arte. Con un buen dominio del inglés, emigró a Inglaterra a los 20 años en busca de nuevas oportunidades. Allí conoció a Ray Prosper, un hombre de Luton con quien se casó y formó familia en 2003. Tuvieron cuatro hijos, siendo el mayor el único sobreviviente al ataque ya que se encontraba estudiando en otra casa. En la comunidad local, Juliana era conocida como “Julie” y era apreciada por su dedicación a causas benéficas.