En medio de una escalada de tensiones, el gobierno iraní decidió atacar este sábado al estado de Israel. El hecho puso en vilo a Medio Oriente y al mundo, dado que no se sabe hasta que punto puede llegar el conflicto.
Irán lanzó un ataque sobre el territorio israelí con drones y misiles balísticos. Sien embargo, el sistema de defensa antiaérea de Israel logró contener gran parte de los proyectiles. Afortunadamente, no se han reportado víctimas fatales ni heridos de gravedad.
Durante su ofensiva, el ejercito iraní utilizó unos vehículos aéreos no tripulados (Vant) llamados Shahed-136, que son utilizados a gran escala en el conflicto armado entre Rusia y Ucrania. Estos proyectiles guiados poseen un serie de características que los vuelve más fáciles de manejar. Además, son más baratos que los convencionales.
Los Shahed-136 pueden portar ojivas explosivas de 50 kilogramos y pueden alcanzar una distancia de 2.000 kilómetros. Al utilizarlos, el personal militar los lanza en oleadas, en tandas de a cinco proyectiles que salen disparados desde un camión. De esta manera, estos Vant viajan con forma de “enjambre”, llegando en forma conjunta y en gran cantidad para vulnerar las defensas antiaéreas.
Otra características de estos dispositivos es que no son pilotados desde un centro de control sino guiados a sus objetivos por coordenadas GPS. Por lo tanto, son utilizados para dirigirse a blancos fijos, inmóviles. Suelen volar a una altura no muy elevada, a una velocidad máxima de 185 kilómetros por hora.
El valor del Shahed-136 es de aproximadamente 20 mil dólares, estando muy por debajo del precio promedio de otros drones iraníes avanzados, equipados con misiles y pilotados en remoto. Por ejemplo, el Shahed-129 que tiene un costo de 7,5 millones de dólares por unidad.
