El próximo domingo, Chile acudirá a las urnas en una elección decisiva e imprevisible, marcada por el retorno del voto obligatorio y una fuerte polarización. Ocho candidatos competirán por el despacho mayor del Palacio de la Moneda, sede del Ejecutivo chileno, aunque solo cuatro aparecen con posibilidades reales de acceder al balotaje del 14 de diciembre.
Jeannette Jara
Jeannette Jara, de 51 años, es una de las figuras más influyentes de la izquierda chilena y podría hacer historia al convertirse en la primera presidenta comunista del país. Nacida en Conchalí, un barrio popular de Santiago, se define como “la hija del Chile real” y ha construido su liderazgo desde la cercanía con los sectores más vulnerables. Formada en Administración Pública, inició su militancia en las Juventudes Comunistas durante los últimos años de la dictadura de Pinochet, consolidándose luego como dirigente sindical y referente de las causas laborales. Como ministra de Trabajo en el gobierno de Gabriel Boric, encabezó reformas emblemáticas, como la reducción de la jornada a 40 horas, el aumento del salario mínimo y mejoras en la protección laboral. Su estilo directo y su empatía le han permitido conectar con un electorado que desconfía de la política tradicional. No obstante, su militancia comunista despierta recelo en sectores moderados, lo que representa uno de sus principales desafíos en la contienda presidencial.
José Antonio Kast
El Partido Republicano, fundado en 2019, ha crecido de forma sostenida bajo el liderazgo de José Antonio Kast, hijo de inmigrantes alemanes y figura clave de la derecha chilena. En su tercera candidatura presidencial, Kast se presenta como uno de los favoritos, con una campaña centrada en la seguridad y el orden, en respuesta al aumento de la violencia urbana. Su discurso firme contra la inmigración irregular y la delincuencia le ha permitido consolidar apoyo entre los sectores más conservadores. Tras un debut modesto en 2017, Kast alcanzó la segunda vuelta en 2021, cuando fue derrotado por Gabriel Boric. En esta nueva contienda moderó su tono, dejando atrás las defensas del pinochetismo que lo marcaron. Propone leyes más duras sobre defensa personal y la expulsión de inmigrantes ilegales. Aunque mantiene vínculos con figuras de la ultraderecha internacional como Bolsonaro y Trump, su estrategia actual busca proyectar liderazgo nacional y movilizar votantes mediante las redes sociales.
Johannes Kaiser
Johannes Kaiser, candidato del Partido Nacional Libertario, se ha convertido en una de las figuras más polémicas y radicales de la ultraderecha chilena. Nacido en 1976 en Santiago, fue militante del Partido Republicano, pero se distanció de José Antonio Kast, a quien acusa de traicionar los valores tradicionales. En su campaña, Kaiser se presentó como defensor del orden moral y familiar, con un discurso contrario al aborto, la educación sexual, el lenguaje inclusivo y la ideología de género. Propone reducir el tamaño del Estado, flexibilizar normas ambientales y eliminar políticas que, según él, atentan contra la libertad individual. Conocido también por su defensa de la dictadura de Pinochet y del golpe de 1973, Kaiser rechaza ser calificado de extremista y se define como un defensor de la vida y la libertad. Su retórica provocadora ha logrado captar apoyo entre los votantes antisistema y desencantados con la política tradicional, consolidándose como un rival inesperado en la contienda presidencial chilena.
Evelyn Matthei
Evelyn Matthei, economista de 72 años e hija del exgeneral Fernando Matthei, es una de las figuras más experimentadas y controvertidas de la política chilena. Candidata presidencial por la coalición Chile Grande y Unido, que agrupa a la derecha tradicional y sectores empresariales, se presenta como una opción moderada frente a la polarización entre la ultraderecha y la izquierda. Su extensa trayectoria incluye cargos de diputada, senadora, ministra del Trabajo y alcaldesa de Providencia, además de haber participado activamente en la política desde el plebiscito de 1988, cuando apoyó la continuidad de Pinochet, vínculo que aún genera controversia. En su campaña, Matthei prioriza la seguridad y la economía, proponiendo un crecimiento del 4% anual y medidas firmes contra la delincuencia. Aunque comenzó como favorita en las encuestas, su apoyo ha disminuido frente al avance de candidatos más radicales. Sin embargo, confía en movilizar al electorado moderado y consolidarse como la alternativa de estabilidad en un Chile marcado por la fragmentación política.



























