El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril, comenzará el próximo 7 de mayo, según anunció este lunes Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede.
135 cardenales electores: 133 participarán
Un total de 135 cardenales electores, menores de 80 años y provenientes de 71 países, se reunirán en la Capilla Sixtina para decidir quién será el nuevo líder de los 1.400 millones de católicos en el mundo. Sin embargo, dos cardenales no participarán por motivos de salud, incluido el español Antonio Cañizares, dejando el número final en 133 votantes.
El proceso, que requiere una mayoría de dos tercios (89 votos), se anticipa complejo debido a la diversidad de los electores, muchos de los cuales no se conocen entre sí.
El 80% de ellos (108) fueron nombrados por Francisco, lo que podría inclinar la balanza hacia un candidato que continúe su legado progresista, aunque las tensiones entre reformistas y conservadores prometen un debate intenso.
A continuación, un listado de los cardenales que emergen como favoritos para suceder al Papa argentino, según analistas vaticanos y medios especializados.
Los “Papables” que podrían ser el próximo Papa
Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Actual secretario de Estado del Vaticano, Parolin es considerado el favorito por su experiencia diplomática y su perfil moderado. Fue clave en acuerdos como el deshielo entre Estados Unidos y Cuba en 2014 y el pacto con China en 2018. Su cercanía al poder y capacidad de consenso lo posicionan como una opción de continuidad, aunque su falta de experiencia pastoral directa podría jugar en su contra.

Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)
Conocido por su carisma y enfoque progresista, Tagle, prefecto de la sección de primera evangelización del Dicasterio para la Evangelización, podría convertirse en el primer Papa asiático. Sus posturas inclusivas hacia la comunidad LGBTQ+ y los divorciados lo alinean con Francisco, pero su gestión controversial en Caritas Internationalis genera dudas sobre sus habilidades administrativas.

Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Zuppi es un reformista que representa la continuidad del legado de Francisco. Su labor con los desfavorecidos y su apoyo a bendiciones de parejas homosexuales lo hacen popular entre los progresistas, aunque su perfil izquierdista podría generar resistencia entre los conservadores.
Mario Grech (Malta, 68 años)
Secretario general del Sínodo de los Obispos, Grech ha ganado relevancia por su rol en el Camino Sinodal, promoviendo una Iglesia más inclusiva. Aboga por temas como la comunión para los divorciados y la ordenación de diaconisas, lo que lo convierte en un candidato progresista, pero su falta de experiencia pastoral directa es un punto débil.
Robert Sarah (Guinea, 79 años)
Representante del ala conservadora, Sarah, exjefe de la oficina de liturgia del Vaticano, es conocido por su oposición a las reformas de Francisco, como la bendición de parejas homosexuales, y por calificar la ideología de género como “luciferina”. Su edad avanzada sugiere un papado corto, pero su tradicionalismo podría dificultar un consenso amplio.
Fridolin Ambongo Besungu (República Democrática del Congo, 65 años)
Arzobispo de Kinshasa, Ambongo es una voz influyente en África y un posible primer Papa negro. Su oposición a las bendiciones de parejas homosexuales lo hace atractivo para los conservadores, mientras que su lucha por la paz en su país le otorga un perfil pastoral sólido, aunque su falta de experiencia internacional podría limitarlo.
Peter Turkson (Ghana, 76 años)
Otro africano destacado, Turkson, quien habla seis idiomas, es conocido por su defensa de los derechos humanos y su presencia en foros como Davos. Aunque su experiencia y moderación lo posicionan bien, su edad y la falta de un apoyo claro entre los cardenales podrían reducir sus posibilidades.

El cónclave, que comenzará tras una misa solemne en la Basílica de San Pedro, podría extenderse varios días debido a la falta de un candidato claro. Las últimas veces se conoció al Papa en dos días de votaciones.
Mientras el humo negro o blanco desde la chimenea de la Capilla Sixtina indicará el progreso de la elección, el mundo espera un nuevo Papa que enfrente los retos de una Iglesia en transformación.