Al menos 164 personas murieron y más de 1.300 resultaron heridas durante los últimos días tras los violentos disturbios ocurridos en la última semana en Kazajistán, según informaron este domingo las autoridades del país.
El Ministerio de Sanidad kazajo confirmó el dato a través del portal coronavirus2020.kz, poco después de que la agencia de noticias rusa Sputnik divulgara la cifra.
Los kazajos comenzaron manifestaron masivamente el 2 de enero por el aumento en los precios del gas licuado del petróleo, lo que repercute en el resto de la economía. También se quejaron por la corrupción, el autoritarismo, las violaciones a los derechos humanos, la brutalidad policial y la escasez de insumos básicos, sobre todo del pan, en un país cuyo tamaño es similar al de Argentina y que posee grandes reservas de petróleo, uranio, minerales y gas natural.
Desde la independencia obtenida en 1991 con la caída de la Unión Soviética, Kazajistán sólo ha tenido dos presidentes, ambos del mismo partido. En el país asiático, cualquiera que se anime a manifestarse contra el Gobierno es brutalmente reprimido.
Cifras
Del las 164 muertes, 103 se produjeron a Almaty, la capital del país y epicentro de las protestas. Entre ellos hay dos menores de edad. Le siguen las provincias de Kizilorda, Zhambil y Almaty, con 21, 10 y 8 fallecidos, respectivamente.
El ministro del Interior en funciones, Yerlan Turgumbayev, señaló que los manifestantes utilizaron canales de radio para coordinarse. Además, comentó que intentaron asaltar sedes de la Policía y unidades militares con la intención de hacerse con armas.
“Han demostrado capacidades profesionales. Utilizaron radios para coordinar sus acciones”, explicó el ministro en declaraciones a la televisión kazaja Khabar 24.
Además, Interior dio cuenta de casi 6.000 detenidos durante las protestas. “En estos momentos se han abierto 125 casos penales, 5.800 personas han sido detenidas y entre ellos hay una proporción significativa de extranjeros”, explicó el comunicado presidencial difundido este domingo.
También este domingo la Policía de Almaty informó de la detención en las últimas horas de 20 personas que estaban en posesión de 40 armas, incluidas 25 pistolas Makarov, cinco fusiles de asalto Kalashnikov y escopetas recortadas. Igualmente se informaron detenciones en la ciudad de Shimkent y en Taraz.
Crisis económica
Al mismo tiempo, continúan los problemas de abastecimiento de pan subsidiado, cuyo precio de venta se ha multiplicado por tres y hasta por cuatro, según reportó la agencia de noticias rusa Tass. Las autoridades aseguraron que “en tres o cuatro días” se solucionará el problema de escasez.
En un intento más de normalización, las autoridades anunciaron el restablecimiento del transporte público a partir de este lunes.
El Gobierno kazajo achacó parte de los disturbios a “elementos terroristas bajo influencia extranjera” y declaró el estado de emergencia en Almaty, uno de los epicentros de las confrontaciones, que comenzaron con las protestas contra la subida de precios del gas licuado.
El estado de emergencia estará en vigor hasta el 19 de enero y se instauró un toque de queda entre las 23.00 y las 7.00 horas. El presidente, Kasim Jomart Tokayev, ordenó el 7 de enero “disparar a matar” contra cualquier elemento violento y anunció un paquete de reformas en respuesta a las demandas de los manifestantes pacíficos.
Tropas rusas
El Ministerio de Defensa ruso informó de que un contingente militar enviado a Kazajistán está ya “plenamente operativo y desplegado” en las inmediaciones de Almaty. Los militares rusos tomaron posiciones en infraestructuras clave.
“Las unidades de mantenimiento de la paz rusas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva están realizando maniobras en el aeropuerto de Almaty para entrenar la prevención de emergencias”, explicó el Ministerio de Defensa ruso, según informó la agencia oficial de noticias Sputnik.
El embajador ruso en Kazajistán, Alexei Borodavkin, advirtió en declaraciones a la agencia de noticias TASS de que “quien intente mordernos a nosotros o a nuestros amigos, se quedará sin dientes”.
Borodavkin denunció una “tragedia” en un país “amigo, incluso hermano”. “Unas milicias organizadas y planificadas han intentado hundir la estabilidad política interna de Kazajistán y a largo plazo desestabilizar la frontera sur de nuestro país”, explicó.
Estos “bandidos” y “terroristas” provocaron la muerte de “personas inocentes”, según el diplomático, que destacó el fracaso del intento. “Esta es una lección para quienes se atrevan a amenazar la libertad y seguridad de los amigos de Rusia, para quienes crucen las ‘líneas rojas’ de los intereses de la política exterior rusa y de nuestros aliados”, remachó.
Así, ha calificado de “estupidez” los llamamientos de Estados Unidos y sus aliados a abrir un diálogo con los manifestantes. “No puede haber negociaciones con asesinos y terroristas. Como dijo el presidente Vladimir Putin, hay que perseguirlos y eliminarlos”, argumentó.
Para Borodavkin “no cabe duda de que fuerzas hostiles a la república de fuera del país han participado en todo esto”, al tiempo que ha alertado de una “conspiración” para elevar los precios del gas.
Además, el embajador ruso advirtió que “la Rusia de ahora no es la Rusia de los 90″ y ha destacado que las fuerzas rusas han llegado a Kazajistán “en cuestión de horas” desde la petición del presidente kazajo.
“En el otoño de 1941, tres divisiones kazajas, incluida la legendaria división Panfilov, fueron de inestimable ayuda en la victoria en la Batalla de Moscú. Las deudas se pagan, como se suele decir: 80 años después, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa ayudan a salvar Almaty de la agresión terrorista gangsteril”, cerró el funcionario.
HRW
La ONG Human Rights Watch (HRW) exigió a las autoridades de Kazajistán que anulen “de inmediato” cualquier orden de las fuerzas de seguridad kazajas de “disparar a matar” e instó a cumplir los estándares internacionales sobre el uso de la fuerza.
“Kazajistán se encuentra en medio de su crisis más violenta desde la independencia y el mundo está muy atento para ver si el gobierno demuestra que respeta los Derechos Humanos”, dijo la directora asociada de Crisis y Conflictos de HRW, Letta Tayler.
Asimismo, añadió que es “fundamental” que las autoridades kazajas se aseguren de que todas las fuerzas de seguridad sobre el terreno “actúen con miras a salvaguardar la vida humana y rindan cuentas si no lo hacen”.
