Líderes mundiales siguen de cerca y con preocupación creciente los pasos tácticos del presidente ruso Vladimir Putin para ver si se orientaban hacia un nuevo avance de tropas en territorio ucraniano.
En ese sentido, el Parlamento ruso aprobó este martes el uso de fuerzas militares fuera de las fronteras del país y Ucrania se encuentra cercada por más de 150 mil efectivos rusos en tres flancos, por lo que una ofensiva mayor parece cercana.
Estados Unidos y varios aliados europeos acusan a Moscú de haber cruzado una línea roja al formalizar el despliegue militar en regiones del este de Ucrania controladas por separatistas prorrusos. Las autoridades ucranianas, luego de proyectar calma durante varias semanas, muestran ahora un creciente desasosiego a partir de los últimos acontecimientos.
El “juego de guerra” que se disputa en una de las fronteras más candentes del planeta en estos momentos muestra alternativas cambiantes con el correr de las horas y los días partir de los actos en escena de los protagonistas principales del lance.
Nacionalismo puro
Por caso, Rusia conmemoró en la víspera el Día del Defensor de la Patria, un importante feriado en el país. En la emblemática Plaza Roja de Moscú (la más conocida de la república) efectivos de las fuerzas armadas colocaron ofrendas florales en la Tumba del Soldado Desconocido, mientras Putin honró la memoria de militares caídos en guerras pasadas.
Desde los albores de la semana, el mandamás del Kremlin viene exacerbando el nacionalismo ruso. Con ese propósito, el lunes último pronunció un discurso incendiario en el que planteó que Ucrania no tenía causa de existir como país soberano.
Y este miércoles, en la ceremonia sobre el día nacional de referencia, afirmó que Rusia seguirá modernizando a sus fuerzas armadas “a fin de incrementar su eficacia y darle los equipos con la tecnología más avanzada’'.
En simultáneo, Denis Pushilin, titular del gobierno rebelde en Donetsk –una de las zonas separatistas de Ucrania alineada con los intereses de Moscú– emitió un comunicado conmemorando el feriado ruso y agradeciendo a Putin por reconocer la independencia de la región.
“Nuestro estado está en guerra desde hace casi ocho años, en todas las direcciones: militar, informativa, ideológica, económica’', recordó el dirigente cismático.
Marcha al frente
Por otra parte, Putin presentó antenoche ante la Duma Estatal (Cámara Baja de la Asamblea Federal de Rusia) los tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Los documentos establecen que las partes llevarán a cabo la protección conjunta de las fronteras comunes; de la identidad étnica, lingüística, cultural y religiosa de las minorías nacionales.
También se celebrarán contratos por un periodo de 10 años con prórroga automática que prevén la construcción y utilización de bases militares en el territorio de los firmantes, con todo lo que eso implica.
En ese marco, Rusia asume el compromiso de adoptar medidas en apoyo del sistema bancario local basándose en el hecho que el rublo es la moneda de curso legal en las repúblicas autoproclamadas. También accionará en procura de la unificación de la legislación civil, tributaria y previsional.
Garantías de seguridad
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, exigió miércoles al Gobierno ruso y a la comunidad internacional “garantías de seguridad” para su país ante la amenaza de una invasión rusa.
“Ucrania necesita garantías de seguridad claras y concretas, inmediatamente”, tanto de los países occidentales como de Rusia, dijo el jefe de Estado ucraniano en una conferencia de prensa, en medio de la agudización de la crisis tras el reconocimiento por parte de Moscú de las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk, y de la serie de medidas complementarias dispuestas por el Kremlin.
Asimismo, anunció un plan de movilización de reservistas desde este miércoles debido a los temores de una escalada militar con Rusia. El despliegue comprende a hombres y mujeres de reserva de 18 a 60 años por un plazo máximo de un año, precisó el Ejército ucraniano en Facebook.
Mientras, el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania decretó un estado de emergencia de 30 días en toda el país, excepto en las provincias de Donestsk y Luhansk.
Extinguir el fuego
En sintonía con lo que acontece en ese punto candente de Europa central, el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, alertó este miércoles que una guerra en Ucrania será “el fin del orden mundial tal y como lo conocemos”. Destacó, a la vez, que el mundo “debe hacer todo lo posible” para extinguir el “fuego” en la región.
En su intervención ante la Asamblea General de la ONU, Kuleba planteó que “si Rusia no recibe ahora una respuesta severa, rápida y decisiva, esto significará la quiebra total del sistema de seguridad internacional y de las instituciones encargadas de mantener el orden y la seguridad mundiales”.
En tanto, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, denunció que Ucrania está perpetrando un “genocidio flagrante” en las regiones del Dombás que Rusia reconoció como independientes. Y aseguró que el traslado de miles de habitantes de Luhansk y Donetsk a Rusia –incluyendo 96 mil este miércoles– demuestra la conducta de las autoridades ucranianas, a las que calificó de “terroristas’'.
Ucrania niega haber tomado acción agresiva alguna en esas comarcas.
