A dos meses de la retirada militar estadounidense y luego de dominar la atención internacional durante varias semanas seguidas, la situación humanitaria en Afganistán no para de deteriorarse debido a la suspensión de gran parte de la ayuda extranjera que recibía, la actual sequía y un contexto sanitario cada vez más complejo, advirtió el representante de Unicef en ese país, Salam al Janabi.
“Afganistán se encuentra ahora entre las peores crisis del mundo y las necesidades aumentan día a día. Además de la creciente crisis de desnutrición y la inseguridad alimentaria, el sistema de salud y los servicios sociales están al borde del colapso”, alertó Al Janabi en una entrevista con la agencia de noticias Sputnik, en medio del aislamiento internacional que vive el país desde la toma del poder de agosto pasado del movimiento islamista radical, los talibán, el mismo partido y milicia que gobernó el país en la segunda mitad de los noventa bajo un régimen represivo, especialmente para la disidencia y las mujeres.
“Debido a los recientes eventos y las conmociones económicas que ha estado experimentando el país, más familias están al borde del abismo”, explicó el representante de la agencia de la ONU para la niñez.
“Se proyecta que más de la mitad de la población de Afganistán enfrentará hambre aguda a medida que las necesidades humanitarias crezcan a niveles récord. A medida que aumenta la inseguridad alimentaria en Afganistán, también lo hace la desnutrición aguda severa entre los niños menores de cinco años”, destacó y agregó: “Con el invierno acercándose rápidamente, en medio de la sequía, los brotes de sarampión y diarrea acuosa aguda, millones de niños viven con tiempo prestado.”
El pronóstico es dramático incluso en el corto plazo.
Al Janabi advirtió que si la comunidad internacional no reacciona pronto y reactiva su ayuda y colaboración humanitaria con Afganistán, alrededor de un millón de chicos sufrirán desnutrición aguda severa en el transcurso de este año y podrían morir.
Estimó que actualmente se necesitan 192 millones de dólares para frenar la crisis humanitaria afgana y explicó que los donantes de Unicef ya cubrieron alrededor del 70% de ese monto.
“Instamos a los donantes a que mantengan sus inversiones humanitarias y de desarrollo en Afganistán para que no se pierdan los logros alcanzados durante las últimas décadas”, pidió el representante e Unicef.