Una historia que parece sacada de una ficción estremeció a Polonia. Mirella, una mujer de 42 años de la ciudad de Świętochłowice, fue encontrada en julio en estado crítico, luego de pasar 27 años encerrada en una habitación por sus propios padres.
Mirella fue declarada desaparecida en 1997, cuando tenía 15 años, y permaneció oculta en el departamento familiar durante casi tres décadas. Sus vecinos, mientras tanto, creyeron durante años fue sido secuestrada.
El hallazgo y la condición crítica
El hallazgo ocurrió en julio, después de que los vecinos del edificio alertaran a la policía por ruidos extraños en el departamento. Al ingresar a la vivienda, los agentes encontraron a Mirella demacrada, con graves heridas en las piernas y signos de infección.
La mujer fue trasladada de urgencia al hospital. Los médicos determinaron que estaba a sólo unos días de morir debido a una infección generalizada. Por su condición crítica, Mirella permaneció internada por dos meses para su rehabilitación.
Tres décadas de mentiras y aislamiento
Durante el tiempo de su encierro, los padres repitieron la versión de que su hija había desaparecido y sus vecinos creyeron que había sido secuestrada. Un residente de la zona recordó que la madre le dijo hace casi 30 años que Mirella había desaparecido.
La escuela donde estudiaba Mirella confirmó que fue dada de baja poco después de su “desaparición,” con una nota que indicaba: “Eliminada a pedido de sus padres”, según contó la directora del Instituto, Jolanta Daniluk, al diario local Fakt.
Durante casi tres décadas, Mirella no tuvo contacto con el mundo exterior. Nunca fue al médico, al dentista, ni salió a la calle, ni siquiera al balcón. Tampoco existió registro alguno de su paso por servicios de salud o el sistema educativo, ni tramitó un documento de identidad. Recién después de que se conoció el caso, sus padres iniciaron el trámite para obtenerle un documento de identidad oficial.

De vuelta al encierro
A pesar de haber logrado sobrevivir y ser rescatada, la vida de Mirella sigue marcada por el encierro. Tras recibir el alta médica del hospital, regresó al mismo departamento donde fue retenida durante casi tres décadas. Actualmente, sigue viviendo allí junto a sus padres. En esa habitación aún permanecen los peluches, los libros escolares y otros objetos que dejaron su mundo congelado en el tiempo.
El caso generó indignación en Polonia y está ahora en manos de las autoridades. La investigación busca establecer responsabilidades penales y esclarecer por qué ninguna institución intervino durante tantos años. Monika Szpoczek, directora del Centro de Bienestar Social de la ciudad, explicó que este es un asunto “particularmente delicado” cuya resolución completa requiere tiempo y la cooperación de numerosas instituciones.