Las nuevas infecciones por coronavirus se dispararon este viernes otra vez en Australia hasta un récord de más de 32.000. Apenas hace unos días habían superado por primera vez las 10.000 infecciones en medio de un incremento imparable causado por la variante Ómicron.
Expertos dijeron que la explosión de casos se debe a la propagación de esa variante altamente transmisible y a la reciente relajación de las restricciones en la zona de Sydney y otras partes del país de Oceanía.
Para retratar esta situación: más de 15.000 de los nuevos casos de las últimas 24 horas correspondieron a Sydney exclusivamente. En otras zonas del estado de Nuevas Gales del Sur registraron otros 5.000 casos más.
Otros 6.000 casos fueron confirmados en el estado de Victoria, cuya capital es Melbourne, la segunda ciudad más grande del país, dijeron autoridades de salud del estado e informó la cadena de noticias pública australiana ABC.
Aunque las hospitalizaciones y las muertes aumentaron por esta ola de Ómicron, no alcanzaron niveles comparables a los vistos en otros picos anteriores en proporción al número de contagios.
Muchas ciudades siguieron adelante con sus planes de celebraciones por el Año Nuevo, incluyendo el famoso despliegue de fuegos artificiales desde el Puente de la bahía de Sydney o la Ópera de Sydney.
Australia no fue de los países más golpeados de la pandemia, y acumula solo 2.210 muertos por el virus en una población de 26 millones.
