Los líderes de Alemania y de Japón, Olaf Scholz y Fumio Kishida, se comprometieron el jueves a reducir su dependencia energética de Moscú, además de a reforzar su colaboración en materia de seguridad ante los desafíos generados por Rusia.
Scholz y Kishida se reunieron en Tokio durante la visita de dos días del canciller alemán, que eligió Japón como destino de su primer viaje oficial a Asia desde su llegada al cargo a finales del año pasado.
Los dos líderes quisieron enviar de este modo “una señal de su compromiso político” y de los “valores democráticos compartidos”, según dijeron en una rueda de prensa conjunta donde hubo alusiones directas a Moscú y otras más veladas a China.
Japón y Alemania planean “reducir su dependencia energética de Rusia”, de acuerdo con los compromisos del G7, y lo harán buscando otras vías de suministro u otras fuentes energéticas, también con el objetivo de reducir las emisiones de CO2.
Nuevas energías
Ambos mandatarios hicieron alusión al hidrógeno, un sector en el que Japón está realizando cuantiosas inversiones, como alternativa de futuro al gas, el carbón y el petróleo, combustibles que tanto Berlín como Tokio importan en distinta medida desde Rusia.
Scholz también señaló que Alemania ha comenzado a “prepararse” para un potencial corte del suministro de gas como el que acaba de aplicar Moscú a Polonia y Bulgaria.
El mismo canciller Olaf Sholz el jueves le pidió a su país que esté atento ante un posible corte del suministro de gas ruso. “Hay que prepararse para ello”, declaró Scholz, sin que por el momento esté claro que este corte pueda producirse. “Sólo se puede especular sobre si el Gobierno ruso tomará una decisión al respecto, y qué decisión será, pero no tiene mucho sentido hacerlo”.
El canciller alemán dijo que su gobierno ya había empezado a prepararse ante este escenario antes de que Rusia invadiera Ucrania.
Problema continental
El jueves también se conoció que el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ofreció ayuda al gobierno búlgaro después del corte del suministro de gas por parte de Rusia en represalia por negarse a pagarlo en rublos.
“El primer ministro griego ayudará a Bulgaria a lidiar con la nueva situación provocada por las decisiones de Rusia en materia de energía”, matizó Mitsotakis en un comunicado.
Atenas no ha aclarado, no obstante, cómo pagará el gas ruso el próximo mes, aunque el gobierno ha sugerido que podría estar capacitado para evitar de forma indefinida los problemas de suministro de gas, incluso si Rusia suspende el suministro. Las autoridades griegas consideran que podrían obtener gas de Azerbaiyán.
Mientras, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, el jueves sostuvo que ningún estado miembro de la UE se saltará las sanciones impuestas a Rusia, pese a los intentos del presidente ruso, Vladimir Putin, de recibir los pagos por el suministro de gas en rublos.
“Ningún Estado miembro hará nada que implique circunvalar las sanciones y los contratos se cumplirán estrictamente en los términos previstos. Donde dice que se paguen en euros o dólares se pagará en euros o dólares”, ha subrayado el jefe de la diplomacia comunitaria en rueda de prensa desde Santiago de Chile, en plena gira de seis días por Latinoamérica.
Según Borrell, habrá una respuesta solidaria al incidente con el gas porque “lo que le pasa a Polonia y Bulgaria le pasa a toda la Unión”.
Biden quiere darle a Ucrania U$S 33 mil millones más
El presidente estadounidense, Joe Biden, solicitó el jueves al Congreso de Estados Unidos otros 33 mil millones de dólares en ayuda adicional a Ucrania. De ese total, la mayoría, 20 mil millones estarán destinados a asistencia militar para respaldar la lucha de Kiev contra la invasión rusa.
“Mientras continúen los asaltos y atrocidades vamos a seguir ayudando a Ucrania a que se defienda de la agresión rusa”, señaló Biden en un discurso que dio desde la Casa Blanca.
El mandatario afirmó también que es “crítico” que el Congreso dé luz verde a esta ayuda.
“Nuestra asistencia hasta ahora ha marcado las diferencias en el campo de batalla, ayudando a Ucrania a ganar la batalla de Kiev”, dijo Biden, en referencia al éxito de Ucrania a la hora de repeler los avances rusos hacia la capital.
La asistencia incluye, además del envío de armas y munición a Ucrania, 8.500 millones en asistencia económica directa y tres mil millones en ayuda humanitaria.