El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se declaró dispuesto a reunirse con su par ruso Vladimir Putin el próximo jueves en Estambul. Sin embargo, el líder ucraniano condicionó la cumbre a un cese el fuego pleno y verificable a partir de este lunes para poder emprender el camino diplomático.
La propuesta de realizar esta cumbre en la ciudad turca fue hecha por el presidente ruso, Vladimir Putin. La decisión de Zelenski de aceptar el encuentro se produjo bajo presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien solicitó a Ucrania aceptar la propuesta de Putin de iniciar conversaciones en Estambul.
Cumbre entre Ucrania y Rusia: una buena señal
Zelenski calificó la propuesta de Putin como una “buena señal”, aunque dijo que era insuficiente. El presidente ucraniano reiteró la necesidad de un cese el fuego, insistiendo específicamente en un alto el fuego de 30 días.
Esta solicitud cuenta con el respaldo de los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido y Polonia, con quienes se reunió en Kiev. La propuesta original de Putin no había incluido la posibilidad de un cese el fuego. Zelenski expresó su esperanza de que Rusia “no esté buscando excusas”.
Desde Washington, Trump también había respaldado la propuesta de un cese el fuego. Por su parte, aliados europeos de Ucrania habían sugerido un endurecimiento drástico de las sanciones contra Rusia en caso de que Putin no aceptara un alto el fuego. Tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, como el canciller alemán, Friedrich Merz, habían coincidido previamente en que la propuesta de Putin era insuficiente.
En marcado contraste con estos movimientos diplomáticos, los ataques en el terreno no cesan. Rusia lanzó al menos 108 drones de largo alcance contra Ucrania el domingo. Este ataque tuvo lugar después de que un alto el fuego de tres días anunciado previamente por el presidente ruso terminara a medianoche. Durante esta tregua de tres días, los asaltos rusos en el frente no cesaron, e incluso fueron más intensos que antes.

Los drones lanzados el domingo provenían de seis lugares diferentes de Rusia y los territorios ucranianos ocupados, llegando a las áreas bajo control ucraniano poco después de que Putin respondiera a una oferta de alto el fuego incondicional hecha por Zelenski y los líderes europeos desde Kiev. Las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar 60 drones del tipo “Shahed”, mientras que 41 drones desaparecieron de los radares sin causar daños.
Se reportaron daños en al menos dos regiones ucranianas, Sumi y Kiev. Según las autoridades regionales de Kiev, los drones dañaron al menos seis viviendas y dejaron una persona herida.
Rusia también continuó con sus ataques aéreos, de artillería y contra áreas civiles en las regiones del frente y fronterizas, así como con los asaltos en la línea del frente.