A cumplirse los 40 días de duelo que exige la tradición islámica, más de 10 mil personas salieron a las calles en la ciudad kurda de Saqez para homenajear a Mahsa Amini, la joven encontrada muerta en una celda luego de ser detenida por la Policía Moral por el uso indebido del hiyab, el velo islámico. Las autoridades reprimieron la manifestación
“¡Mujer, vida, libertad!”, “¡Muerte al dictador!” fueron algunos de los lemas que gritaron cientos de mujeres –muchas de ellas sin velo– y jovenes reunidos en el cementerio Aichi de Saqqez, la ciudad de origen de Amini.
Represión
Fuerzas de seguridad iraníes abrieron fuego contra los dolientes que marchaban desde el cementerio hacia el centro de la ciudad.
La ONG de derechos humanos kurda en el exilio Hengaw informó que fuerzas de seguridad abrieron fuego y lanzaron gas lacrimógeno en la plaza Zindan, corazón de la ciudad, en un intento de disuadir la aglomeración.
“Un número limitado de los presentes en el memorial de Mahsa Amini se enfrentó con las fuerzas policiales en las afueras de Saqqez y fueron dispersados. Tras los enfrentamientos, se cortó Internet en la ciudad por motivos de seguridad”, aseguró el corresponsal iraní de la agencia Reuters, este miércoles.
A pesar de que el Gobierno interrumpió las señales de internet, desde primera hora de esta jornada, circularon en las redes sociales diversos vídeos de activistas y ciudadanos mostrando a miles de personas caminando hacia el cementerio donde está enterrada Amini.
También se compartieron grabaciones de la represión: un video ampliamente difundido en Twitter muestra a un grupo de jóvenes huyendo del lugar mientras las fuerzas de seguridad disparan lo que parecen ser perdigones.
Muchos locales no abrieron sus puertas por respeto por el cierre del periodo de duelo y además como gesto de crítica hacia el Gobierno.
Medios estatales también informaron de los disturbios entre la policía y los manifestantes.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo la semana pasada estar “preocupado” por los informes de protestas pacíficas que fueron respondidas con un uso excesivo de la fuerza causando decenas de muertos y heridos.
Los jóvenes contra el Ayatolá
Las autoridades cerraron este miércoles todas las escuelas y universidades en la provincia de Kurdistán oficialmente “debido a una ola de influenza”, informaron los medios locales.
Circulan en las redes videos de miles de jóvenes llenando las calles en muchas ciudades del país y los bazares de Teherán con los canticos “Muerte a Khamenei”.
Mientras tanto, en el extremo noreste del país, en la provincia Jorasán Razaví, de mayoría persa, se viralizó un video donde se puede ver a un joven y, al calor de los aplausos y gritos, romper un afiche con los rostros de los ayatolas, Ali Khamenei, y de su antecesor, Ruhollah Khomeini.
La imagen fue captada en la Universidad de Sajjad. Hasta el momento no se conoce la identidad del joven y que medidas disciplinarias tomaron las autoridades universitarias o incluso la temida Policía Moral.
El pasado 2 de octubre, un grupo de niñas repudió a un funcionario escolar, que se vio obligado a retirarse de la institución.
La escena, grabada en Karaj, muestra a las menores con el cabello descubierto, sin el hijab obligatorio.
Los jóvenes han sido los protagonistas de las masivas manifestaciones en repudio por la muerte de Amani y en desafiar abiertamente la autoridad de líder supremo del el Ayatolá.
Las redes sociales han servido como un desahogo para mostrar lo que los medios manejados por el Gobierno ocultan.
Un ex funcionario reformista iraní dijo que la propagación de las protestas parecía haber tomado a las autoridades por sorpresa y contrastaba marcadamente con las afirmaciones del que el apoyo al sistema islámico es abrumador.
¿Quién fue Mahsa Amini?
Irán se vio sacudido por las protestas desde la muerte, el 16 de septiembre, de la joven kurda de 22 años.
Según testigos Mahsa Amini estaba junto a su hermano en una estación de trenes cuando la Policía Moral llegó y la golpeó con una porra por no llevar correctamente puesto su velo.
Los uniformados la llevaron a la comisaría pero una hora y media más tarde llegó al hospital de Teherán, inconsciente. Murió dos días después.
El caso desató una ola de protestas en todo el país, con mujeres protestando sin el velo o incluso algunas quemándolo en señal de repudio.
Las represiones de las protestas causaron al menos 215 muertos, entre ellos 27 niños.
