La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) manifestó preocupación por el destino de las periodistas que hicieron público el caso de la muerte Amani, la joven detenida por usar el velo en forma inadecuada. La difusión del caso derivó en masivas protestas y generó la condena internacional.
Además, RSF denunció el arresto arbitrario de 42 mujeres periodistas y de varios de agentes de prensa en Irán.
Niloufar Hamedi quien hizo pública la muerte de Maha Amini, y cuestiono a la temida Policía Moral fue detenida junto con Elahe Mohamadi, la periodista grafica que cubrió el entierro y siguió con varias notas el malestar popular. Ambas fueron acusadas por “propaganda contra el sistema y conspiración para actuar contra la seguridad nacional”, cargos que pueden conllevar la pena de muerte.
Detenidas por “conspiración”
Reporteros sin Fronteras afirmó estar “profundamente preocupado por la suerte de estas comunicadoras, que corren el riesgo de pagar un precio muy alto, incluida la pena de muerte, por haber tenido el valor de revelar una verdad que las autoridades tratan de sofocar”.
El Ministerio de Inteligencia de Irán y la Organización de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria iraní han acusado oficialmente a las dos periodistas de recibir entrenamiento de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos para fomentar la “guerra híbrida” y provocar un levantamiento contra el Gobierno.
La periodista del diario reformista Shargh fue detenida el 21 de septiembre, se encuentra en confinamiento solitario y no ha sido informada de los cargos que provocaron su arresto, según ha contado en Twitter su marido Mohamed Hosein Ajorlou.
Por su parte, Mohammadi cubrió el entierro de Amini el 17 de septiembre en su ciudad de Saqez, en el Kurdistán, donde comenzaron las protestas y se quemaron los primeros pañuelos el 17 de septiembre.
Mohammadi trabaja para el diario Hammihan y fue arrestada el 22 de septiembre, cuando efectivos de las fuerzas de seguridad entraron en su casa rompiendo la puerta y confiscaron su ordenador y móvil.
Además se ha arrestado a miles de personas, entre ellas al menos 45 periodistas y fotógrafos, según el Comité para la Protección de Periodistas.
Las protestas por la muerte de Amini están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de “¡mujer, vida, libertad!” que lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable hace unos meses.
