El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró el viernes último su segundo aniversario en la Casa Blanca, en un mandato que arrancó apenas unas semanas después del asalto al Capitolio y que encara su última mitad con las dudas suscitadas por el hallazgo de documentos oficiales vinculados a su etapa como “número dos” de la administración de Barack Obama.
La aparición de documentos teóricamente protegidos en varios lugares vinculados a Biden, incluida su vivienda en Delaware, supuso para el presidente su primer gran escándalo en meses y sirvió como arma arrojadiza de unos republicanos que alegan ahora un doble rasero con respecto al exmandatario Donald Trump.
Es quizás el problema más mediático de los que debe afrontar ahora Biden, en un contexto marcado por la presión económica derivada en gran medida de la ofensiva militar lanzada por Rusia sobre Ucrania hace ya casi 11 meses. Un sondeo publicado en diciembre por Gallup reflejaba que, para el 40 por ciento de la población, los problemas económicos son su principal preocupación.
Frentes abiertos
El presidente acumula frentes abiertos en materia sanitaria, por la subida de los precios, o inmigratoria, como quedó claro con el anuncio de una política que limita la llegada de extranjeros y trata de contener el repunte de arribos en la frontera con México.
Se suman, además, el eterno debate sobre los impuestos, en particular sobre la presión fiscal que debe imponerse a las grandes fortunas y empresas, y la duda de cuál debe ser el papel de Estados Unidos frente a Rusia, en un contexto en el que Ucrania reclama a sus aliados internacionales un mayor compromiso con el envío de armamento pesado y, en particular, tanques.
Como es habitual, Biden arrancó su mandato el 20 de enero de 2021 con un aprobado en materia de imagen, por encima del 50 por ciento. El desgaste se dejó notar en los meses posteriores y, en agosto, la caótica retirada de tropas en Afganistán terminó por consolidar una tendencia a la baja que no logra remontar.
Repunte ligero, pero...
El resumen de sondeos que elabora Five Thirty Eight sitúa ahora el nivel de respaldo a Biden por debajo del 44 por ciento, si bien se detecta un ligero repunte y, en cualquier caso, parece algo más lejano el desplome que vivió en julio de 2022.
Entonces, la subida inédita de productos básicos como el combustible y los alimentos y el aparente bloqueo político pasaron factura a un Biden que remontó tras varios hitos, como la muerte del líder de Al Qaeda, Aiman al Zawahiri, la aprobación de la Ley de la Reducción de la Inflación o la quita de deudas universitarias.
Este repunte favoreció también las aspiraciones demócratas en las elecciones de noviembre, en las que los demócratas lograron al menos mantener el control del Senado. El Partido Republicano, no obstante, controla desde este mes la Cámara de Representantes, desde donde puede formular iniciativas contrarias a los intereses de la Casa Blanca, como una posible investigación sobre la gestión de los papeles secretos por parte del presidente.
El analista Nathaniel Rakich cita en Five Thirty Eight como principal teoría del aguante en la imagen del presidente la contención de la inflación –en diciembre se quedó en el 6,5 por ciento interanual– y la rebaja de los precios del combustible, medidas ambas que tocan el bolsillo de los consumidores y, por extensión, de los potenciales votantes.
Rakich advierte de que aún está por ver el efecto que tendrá el hallazgo de los documentos clasificados, en la medida en que los pocos sondeos que vieron la luz tras la polémica muestran un aparente consenso en cuanto a que Biden actuó mal.
De hecho, un reciente estudio de la Universidad de Quinnipiac evidenció que dos terceras partes de los ciudadanos estaban siguiendo las informaciones a este respecto, lo que da cuenta de su potencial calado social.
Reelección, ¿sí o no?
Biden tiene pendiente aclarar si intentará presentarse a la reelección en los comicios presidenciales de 2024. De imponerse en dicha cita, comenzaría su segunda etapa en la Casa Blanca el 20 de enero de 2025 a la edad de 82 años, lo que para muchos analistas es su principal lastre.
En este sentido, y según confirmaron múltiples fuentes próximas al mandatario al portal The Hill, Biden anunciaría entre febrero y abril su intención de presentarse a la reelección y despejar así las dudas sobre su capacidad para seguir gobernando el país por su avanzada edad.
La campaña de Biden está ultimando el calendario del anuncio. Se barajan por ahora dos posibilidades: un anuncio en febrero, en torno a la celebración del discurso del Estado de la Unión, o una presentación más formal en abril.
En el campo rival, ya hay quien empezó a mover ficha, como el propio Trump, que, ajeno a las polémicas que le siguen acechando desde diversos frentes, confirmó que quiere figurar de nuevo en la terna de candidatos en las primarias del Partido Republicano.
