John Fitzgerald Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 y este miércoles de cumplen 60 años del magnicidio. Las imágenes del momento que conmovió al mundo circulan en las redes desde hace años, pero sigue impresionando la brutalidad del crimen.
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Kennedy, el presidente número 35 de los Estados Unidos, recibió dos disparos mientras se desplazaba en un auto descapotable por la ciudad de Dallas, en Texas. Era el tercer año de su mandato y junto a él viajaba la primera dama Jacqueline Kennedy; el gobernador de Texas, John B. Connally, y la esposa de Connally, Nellie.
John F. Kennedy: a 60 años del magnicidio que conmocionó al mundo
En pocos minutos, la noticia se difundió por todo el mundo. Aquel 22 de noviembre fue arrestado Lee Harvey Oswald, un comunista que estuvo en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Urss) y que hasta el día de hoy continúa siendo responsable de los disparos, de acuerdo con la versión oficial de los hechos.
Lyndon B. Johnson, vicepresidente de Kennedy, juró como mandatario ante la conmoción de los estadounidenses, que perdieron de forma violenta y repentina a su jefe de Estado.
Poco antes de la consumación del trágico episodio, miles de personas se agruparon en las calles de Dallas para saludar a la pareja presidencial. De acuerdo con la Biblioteca JFK, el automóvil de Kennedy “salió de Main Street en Dealey Plaza alrededor de las 12:30 p.m. Cuando pasaba por el depósito de libros escolares de Texas, los disparos resonaron repentinamente en la plaza”.
Una primer bala alcanzó el cuello del Presidente, que alcanza a mirar hacia abajo. Su esposa se da cuenta de que está herido e intenta ayudarlo, pero pocos segundos después recibe un disparo en la parte derecha de su cráneo. John se desplomó sobre Jacqueline y murió.
Tras el incidente, “el automóvil aceleró hacia el Parkland Memorial Hospital, a sólo unos minutos de distancia. Pero poco se podía hacer por el Presidente. Se convocó a un sacerdote católico para que administrara los últimos ritos y John F. Kennedy fue declarado muerto a las 13”.
El gobernador Connally también recibió un disparo en la espalda, pero sobrevivió. “El cuerpo del presidente fue llevado a Love Field y colocado en el Air Force One”, informan desde el sitio web oficial.
“Antes de que despegara el avión, Lyndon B. Johnson, de rostro sombrío, se paró en el compartimento estrecho y abarrotado y prestó juramento al cargo, administrado por la jueza del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Sarah Hughes”, reportó la Fox News.
Un reportero de la Radio KRLD de Dallas, Bob Huffaker, fue testigo de los hechos. En diálogo con la Agencia Reuters, el hombre recordó: “Parecía que toda la ciudad había aparecido. Fue realmente genial. Dallas había demostrado que realmente amaba a ese presidente”.
Hugh Aynesworth, periodista del Dallas Morning News, también estuvo allí: “Escuché lo que pensé que era una motocicleta, pero no fue así. Fue el primer disparo, unos segundos después, otro. Y luego un tercero”.
La Policía detuvo a Lee Harvey Oswald momentos después del atentado. Para la biblioteca JFK, Oswald era “un empleado recientemente contratado en Texas School Book Depository”. Al parecer, el atacante asesinó a un policía minutos después de dispararle al presidente. “Oswald estaba detenido por el asesinato del presidente Kennedy y el tiroteo fatal, poco después, del patrullero J. D. Tippit en una calle de Dallas”.
Dos días después del magnicidio, el sospechoso “sería trasladado de la jefatura de policía a la cárcel del condado. Los espectadores de todo Estados Unidos que miraban la cobertura televisiva en vivo de repente vieron a un hombre apuntar con una pistola y disparar a quemarropa”.
“El agresor fue identificado como Jack Ruby, propietario de un club nocturno local. Oswald murió dos horas después en el Hospital Parkland”, apuntaron desde la Biblioteca JFK.
Esa misma jornada, “el ataúd cubierto con la bandera del presidente Kennedy fue trasladado de la Casa Blanca al Capitolio en un cajón tirado por seis caballos grises, acompañados por un caballo negro sin jinete”.
“Las multitudes se alinearon en Pennsylvania Avenue y muchos lloraron abiertamente cuando pasó el cajón. Durante las 21 horas que el cuerpo del presidente yació en estado en la Rotonda del Capitolio, unas 250.000 personas desfilaron para presentar sus respetos”, recordaron.
Al funeral de John Fitzgerald Kennedy acudieron presidentes y representantes de más de 100 naciones de todo el mundo. Millones de personas vieron la ceremonia a través de la televisión. La viuda Jacqueline, junto a los hermanos de John, Robert y Edward, encendieron una llama que permanece ardiendo hasta nuestros días.
El asesinato de Kennedy es uno de los acontecimientos que más teorías conspirativas ha despertado en la historia de la humanidad. Muchos aseguran que el Presidente murió por una conspiración de su propio gobierno, otros aseguran que Oswald actuó sólo, en complicidad con funcionarios soviéticos.
Lo cierto es que el mundo sigue recordando al presidente Kennedy a 60 años del atroz crimen.