La Casa Blanca ha afirmado que “no está sorprendida” por las recientes declaraciones del oligarca ruso Yevgeni Prigozhin, cercano al presidente del país, Vladimir Putin, y fundador del Grupo Wagner, en las que ha reconocido haber “interferido” en el pasado en procesos democráticos en Estados Unidos.
“Estos comentarios no nos dicen nada nuevo o sorprendente, como todos sabemos. Es bien conocido y está bien documentado a nivel público que entidades asociadas con Yevgeni Prigozhin han intentado influir en elecciones en todo el mundo, incluido Estados Unidos”, ha dicho la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en su rueda de prensa diaria.
“Influencia maligna de Rusia”
Así, ha subrayado que “Estados Unidos ha trabajado para exponer y hacer frente a los esfuerzos de influencia maligna de Rusia y los hemos descubierto”.
“Yevgeni es un conocido mal actor que ha sido sancionado por Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea (UE)”, ha recordado, antes de subrayar que “parte de los esfuerzos rusos incluyen promover narrativas destinadas a socavar la democracia y azuzar la división y la discordia”.
“No es sorprendente que Rusia destaque sus intentos y monte una historia sobre su éxito en la víspera de unas elecciones”, ha argüido, en referencia a las ‘midterm’ que se celebran este mismo martes en el país norteamericano, al tiempo que ha hecho hincapié en que las autoridades están trabajando para “proteger la seguridad y resiliencia” del proceso de votación.
En este sentido, Jean-Pierre ha apuntado que “se han adoptado medidas para hacer frente a estos tipos de influencia maligna, incluidas sanciones (...), prohibiciones de viaje, entrega de información, supervisión de la inversión extranjera, operaciones contra el blanqueo de dinero y expulsiones”. “También hemos trabajados con democracias aliadas para hacer frente y exponer esta influencia maligna en el extranjero”, ha zanjado.
Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión estadounidense NBC, el FBI ha establecido un puesto de mando sobre seguridad electoral en su sede en Washington, así como centros de mando en sus 56 oficinas en el país.
El puesto central depende en gran medida del Grupo de Trabajo sobre Influencia Extranjera del FBI, dedicada a hacer frente a la desinformación, si bien cuenta con agentes de la División de Investigaciones Penales, la División Cibernética y la División Antiterrorista.
En sus declaraciones, Prigozhin reconoció haber llevado a cabo acciones para interferir en elecciones pasadas en Estados Unidos, antes de incidir en que esta interferencia en procesos democráticos se hace “con cuidado, con precisión y quirúrgicamente”.
Las autoridades estadounidenses ya han sancionado en anteriores ocasiones a Prigozhin por financiar la Agencia de Investigación de Internet, una conocida ‘granja de trolls’ rusa acusada de entrometerse en varias elecciones estadounidenses recientes.