CARACAS. Una sala del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela declaró el viernes inadmisible la solicitud de revisión constitucional de la sentencia que certificó en agosto la victoria del presidente Nicolás Maduro, una fallo que salió del mismo Tribunal Supremo luego de un peritaje formal a los cuestionados resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
La Sala Constitucional se pronunció así ante una solicitud de nulidad presentada el 25 de septiembre por el excandidato presidencial Enrique Márquez contra el fallo que emitió la sala electoral del máximo tribunal.
La solicitud de nulidad contó con el respaldo de dos decenas de disidentes del partido gobernante y exmiembros de la cúpula del Partido Comunista de Venezuela (PCV), el más antiguo del país, y que en años recientes se sumaron a los críticos de Maduro.
Cuestionamientos en Venezuela
La sentencia de la Sala Constitucional indicó que el peritaje realizado por la Sala Electoral fue “efectuado de manera impecable con las debidas garantías, a través del cual se comprobó la integridad inobjetable” del boletín anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Tanto a nivel nacional como internacional, los resultados anunciados oficialmente de las elecciones en Venezuela y el peritaje realizado por el Tribunal Supremo —afín al gobierno de Maduro— fueron cuestionados por falta de verificación independiente.
Según el máximo tribunal, las actas de votación difundidas por la oposición, que dan como ganador al excandidato opositor Edmundo González, son falsas. La oposición aseguró que contaba con el 83,5% de las actas de votación que mostraban la victoria amplia de González, exiliado actualmente en España.
El CNE, organismo colegiado de mayoría oficialista, había declarado ganador de las elecciones del 28 de julio a Maduro sin exponer las actas oficiales. Maduro se presentaba a la reelección por un tercer mandato.
Organismos de observadores internacionales cuestionaron la independencia e imparcialidad del CNE y el Tribunal Supremo. La mayoría de los gobiernos occidentales, en tanto, aún no han reconocido su victoria y exigen a las autoridades que publiquen un desglose de los datos contenidos en las actas electorales, que se consideran desde hace tiempo la prueba definitiva de los resultados electorales en Venezuela.