La secuencia de un marine norteamericano levantando de uno de los brazos a una bebé recién nacida en el aeropuerto de Kabul se convirtió en un símbolo de la huída de Afganistán de miles de personas.
A más de un mes de la foto que dio la vuelta al mundo el padre de la niña, Hameed -su nombre completo no ha sido revelado-, contó como fue la secuencia de hechos que lo llevaron a él y a su familia al aeropuerto internacional Hamid Karzai.
En ese momento, hacía un mes que Hameed vivía dentro del aeropuerto, trabajando como intérprete de los marines estadounidenses en las tareas de evacuación. Incluso, se perdió del nacimiento de su hija, 16 días antes.
El intérprete contó que solo pudo hablar con su esposa, Sadia, por teléfono, y el 19 de agosto le dio instrucciones para que huyera al aeropuerto. “Recibimos información de que la gente estaba siendo asesinada o desaparecida. Por mi afiliación (al ejército), sabía que mi casa sería la siguiente. No era cuestión de ‘si’, sino de ‘cuándo’”, relató.
Sadia y Liya se apresuraron a llegar al aeropuerto de Kabul pero en el puesto de control cercano al aeropuerto, los talibanes les robaron sus documentos y todo el dinero en efectivo que tenían, dejándolas junto a otros cientos de personas que intentaban pasar por la puerta del aeropuerto.
En las inmediaciones del aeropuerto, los talibanes controlaban brutalmente a quienes querían ser evacuados, con cañones de agua y granadas de estruendo.
En una entrevista en Phoenix, donde viven ahora, Hameed contó que cuando vio a su familia del otro lado del alambrado en medio del caos y la multitud, le rogó a un marine que lo salvara. “Lo único que pensé es en que era un marine y que mi hija estaría bien”, contó el hombre a CBS.
Hameed vio durante horas como su mujer e hija intentaban pasar la puerta en medio del caos, pero dudaba que lo consiguieran. “La bebé morirían aplastada, lo sabía”, revivió y desesperado, le pidió a un soldado norteamericano que estaba en un vehículo que lo ayudara a salvar a su bebé.
“Me dijo que lo único que podía hacer era levantarla por encima de la alambrada, pero que podría lastimarse. Le dije que me arriesgaría. Prefiero que se haga daño a que muera”, dijo Hameed.
El marine aceptó, y con Hameed agarrándole las piernas para estabilizarlo, pudieron levantar a la bebé por encima de la barrera. Esa fue la primera vez que el hombre sostuvo a su hija.
El próximo paso era ayudar a su esposa, que todavía estaba del otro lado, y quien se desplomó del agotamiento antes de llegar a la puerta. Debieron pasar horas, pero Sadia logró reunirse con su familia mientras preparaban el vuelo de evacuación.
“Creo que fue muy cautivador ver lo que realmente estaba sucediendo. Una cosa es que los políticos salgan en la televisión y digan lo bien que están las cosas. Otra cosa es lo que ocurre sobre el terreno, y cuando puedes verlo con tus propios ojos”, opinó Hameed sobre el impacto que causó el rescate de su hija.
La pareja, que ahora vive en Estados Unidos junto a Liya, decidió renombrar a la bebé de ocho semanas: en unos días sumará Marine como segundo nombre, en honor a quienes la rescataron.
A Hameed le preguntaron qué haría si se encuentra con ese Marine: “Dios mío. Le daría un abrazo. Literalmente salvó la vida de mi hija”.
