Las autoridades de Transnistria, una región separatista moldava ubicada entre el río Dniéster y la frontera entre Moldavia y Ucrania, denunciaron este lunes un ataque contra un edificio gubernamental en la capital del territorio, Tiraspol.
Según informó el Centro de Prensa del Ministerio del Interior de Transnistria, en torno a las 17 (hora local) se escucharon varias explosiones en la intersección de las céntricas calles Karl Marx y Manoilov.
El servicio de comunicación del Ministerio publicó en su canal de Telegram detalles del incidente. El local TSV reportó que los disparos se realizaron con un lanzagranadas. El Ministerio del Interior confirmó que no hay heridos ni fallecidos.
Las explosiones dejaron las ventanas rotas en las plantas superiores y “humo saliendo de las habitaciones”. Los alrededores del edificio ministerial están acordonados ahora por la Policía, que desplegó un equipo de especialistas en explosivos. Hasta el lugar se desplazaron también efectivos sanitarios y bomberos.
La región de Transnistria cobró protagonismo en las últimas semanas por su vínculo con el Gobierno ruso y su importante posición geoestratégica. Las autoridades ucranianas llegaron a denunciar posibles incursiones rusas hacia el oeste de Ucrania desde Transnistria.
Qué dijeron los rusos
Poco antes del ataque, las autoridades de Rusia habían descartado una “escalada de tensión” en la región de Transnistria y aseguraron que Moscú sigue inclinándose “a favor de solucionar el problema por medios pacíficos”.
El viceministro de Exteriores ruso, Andrei Rudenko, aseveró que “no existe riesgo alguno” en la región e instó a “respetar la integridad territorial de Moldavia y el estatus especial de la región”.
El Ministerio de Exteriores de Moldavia convocó el pasado viernes al embajador ruso en Chisinau, Oleg Vasnetsov, por las declaraciones del general ruso Rustam Minnekayev, comandante en funciones del Distrito Militar Central ruso, que había criticado la “opresión de la población rusoparlante” en Transnistria.
Las autoridades moldavas calificaron sus palabras como infundadas y dijeron que contradicen la posición de Rusia, que proclama su apoyo a la soberanía y la integridad territorial de Moldavia en las fronteras reconocidas a nivel internacional.
En Transnistria, el 60% de los habitantes son rusos y ucranianos. Se trata de una región separatista ubicada entre el río Dniéster y la frontera entre Moldavia y Ucrania que es independiente ‘de facto’ del Gobierno moldavo de Chisinau.
Con la caída y la posterior desintegración de la Unión Soviética, y ante la posibilidad de que Moldavia acabara siendo parte de Rumania, la región situada al este del Dniéster, de población mayoritariamente rusoparlante, proclamaron la República Moldava de Transnistria a principios de 1990.
Qué dijo el presidente de Ucrania
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseguró este viernes que la invasión rusa está pensada “como un comienzo” y que la intención de Moscú es “capturar otros países” ante las recientes afirmaciones de las Fuerzas Armadas rusas sobre la región moldava de Transnistria.
“Con referencia al Ejército ruso, se difundió la noticia de que su tarea ahora es supuestamente establecer el control sobre el sur de Ucrania y llegar a la frontera con Moldavia. Y supuestamente allí, en Moldavia, se violan los derechos de los rusoparlantes”, explicó el mandatario ucraniano en referencia a las palabras de Rustam Minnekaev, comandante del Distrito Central del Ejército.
Zelenski dijo que es el territorio ruso el que “debería cuidar los derechos de los rusoparlantes”, ya que en Rusia “no hay libertad de expresión” ni “libertad de elección”. “Simplemente no hay derecho a disentir”, expresó, agregando que en el país “prospera la pobreza” y “la vida humana no vale nada”.
“Todas las naciones que, como nosotros, creen en la victoria de la vida sobre la muerte, deben luchar con nosotros. Tienen que ayudarnos, porque somos los primeros en este camino. ¿Y quién es el siguiente?”, se preguntó el mandatario ucraniano.
“Las Fuerzas Armadas de Ucrania continúan disuadiendo los ataques de los invasores rusos en el este y el sur de nuestro país. En la dirección de Izium, en el Donbás, en Priazovia, en Mariúpol (o) la región de Jersón son los lugares donde se decide el destino de esta guerra y el futuro de nuestro Estado”, añadió.
Asimismo, Zelenski explicó que en lugares como Sloviansk y Kramatorsk o en Popasna y Járkov, ubicados en las regiones de Donetsk y Lugansk, “los ocupantes están tratando de lograr un objetivo primitivo”, que es “matar tanto como sea posible y destruir todo lo que puedan”.
Por otro lado, agradeció a Reino Unido su decisión de volver a la embajada británica en Kiev. “Reino Unido se convirtió en el vigésimo primer país en devolver una misión diplomática a nuestra capital”, celebró.
En un tono positivo, el presidente ucraniano ha dado las gracias también a los socios por la ayuda militar, que permitirá “salvar a miles de personas”. Zelenski agregó que se han desminado 184 asentamientos en la jornada de este viernes y que al menos en 500 localidades operan cuarteles generales humanitarios.
“Diariamente se suman casi 100 asentamientos, a los que devolvemos los servicios médicos y educativos, el trabajo de los organismos de protección social, las instituciones financieras”, indicó, enumerando que en 96 asentamientos se ha recuperado el transporte, que en 183 ya están activas las gasolineras y que en al menos 90 se ha restablecido la electridad.
“El regreso de Ucrania a las ciudades y comunidades significa el regreso de la vida en el pleno sentido de estas palabras. Creo que tal regreso tendrá lugar en el sur de nuestro país y en el este de Ucrania. En todas las áreas donde la degradación, la destrucción y la muerte se ha producido bajo la bandera rusa”, cerró.