El papa Francisco continúa con la recuperación tras la inflamación pulmonar que lo obligó a suspender el viaje que tenía previsto este viernes a Dubai y evita leer discursos largos en sus actividades.
“Las condiciones del Santo Padre son estables, no tiene fiebre, pero continúa la inflamación pulmonar asociada a dificultades respiratorias”, informó esta tarde el Vaticano a través del canal Telegram de la oficina de Prensa.
El mensaje agregó que el pontífice, de todos modos, continúa con la terapia de antibióticos que inició el fin de semana.
“Todavía no estoy bien”, había reconocido durante la mañana de este miércoles el pontífice al encabezar la Audiencia General en el Vaticano, con la voz cansada luego del estado gripal y pulmonar por el que este martes canceló la visita de tres días que tenía prevista a Emiratos Árabes Unidos para participar de la cumbre ambiental COP28.
Durante la audiencia, el Papa prefirió no leer la catequesis preparada, que fue leída a los fieles por un oficial de la secretaría de Estado, sino que se limitó a los mensajes finales, enfocados en saludos a delegaciones y un pedido renovado por la paz en Medio Oriente.
De hecho, el tradicional encuentro semanal con los fieles se hizo en la estructura techada del Aula Pablo VI y no a cielo abierto en la Plaza San Pedro, donde el otoño romano ya tiene temperaturas bajas para la salud del Papa.
Francisco, de 86 años, arrastra una inflamación pulmonar por la que recibe antibióticos por vía intravenosa y desde el fin de semana lo obligó a limitar su agenda.