Antes del fallecimiento del papa Francisco, en la facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) fue impulsada una iniciativa para otorgarle la máxima distinción académica. Pese a su reciente deceso, el trámite proseguirá para que Jorge Mario Bergoglio sea designado como Doctor Honoris Causa de la UNRC, post mortem.
La propuesta surgió a principios de abril y destaca a Francisco como “una figura ecuménica que trasciende fronteras”, por “su acercamiento a las distintas religiones y a cada rincón del planeta para llevar un mensaje de paz y de esperanza, un llamamiento necesario al cuidado de la naturaleza y una denuncia valiente en contra de la desigualdad y de la violencia”.
Todo lo publicado sobre el Papa
Entre otros fundamentos, recuerda que el primer viaje del Papa fue a la isla de Lampedusa, al sur de Italia y que “con ello dirigió la atención del mundo entero hacia la crisis humanitaria que atraviesan miles y miles de migrantes africanos para escapar del hambre y de las bombas, tragedia que convierte al mar Mediterráneo en una gigantesca tumba común”.
También se resalta que el primer país que visitó fue Brasil, donde asistió a la Jornada Mundial de la Juventud, en julio de 2013. Se valora especialmente que haya elegido América Latina, “la región más desigual del planeta, donde conviven las fortunas más elevadas con la pobreza más extrema; el gran pulmón verde de la humanidad, también enfermo a causa de la deforestación provocada por la codicia voraz”.
“Haber cruzado el océano para asistir a un encuentro mundial para hablarle a la juventud del mundo, tampoco es casual. Francisco iniciaría así un camino que lo llevaría, con ese mensaje, a sesenta y seis países con casi cincuenta visitas apostólicas. Años más tarde, también visitaría la isla griega de Lesbos y gestionaría atención humanitaria para cientos de refugiados sirios que escapaban del infierno de la guerra”, remarca el escrito.
El documento, que estuvo en consideración del Consejo Directivo de Humanas y por el que se decidió crear una comisión ad hoc, para impulsar el Doctorado Honoris Causa, destaca numerosos momentos del paso de Francisco por el Vaticano.
“El paciente peregrino que desde el barrio porteño de Flores llegó a Roma para integrar y para unir. Como lo hizo con la Iglesia ortodoxa, invitando a Bartolomé, el Patriarca de Constantinopla, a la ceremonia de su pontificado, el 19 de marzo de 2013, y consiguiendo así que por primera vez un referente ortodoxo asista a la asunción de un Papa. En su segunda encíclica, “Laudatio si”, del año 2015, Francisco afirmó haberse inspirado, precisamente, en su hermano Bartolomé”, señala.
Recuerda: “A menos de un año de haber asumido, Francisco visitó Jerusalén e inició un importante trabajo de diálogo para llevar la paz al Medio Oriente. De vuelta en Roma, en junio de 2014 convocó al presidente de Israel Shimon Peres, al presidente del Estado de Palestina Mahmud Abás y al patriarca Bartolomé, y los cuatro, juntos, plantaron un olivo en los jardines vaticanos”. Señala que, en junio de 2024, diez años después de aquel hecho histórico, volvió a convocar a los embajadores de ambos países, así como al rabino y al secretario general de la mezquita de Roma, para reafirmar el camino del diálogo y el compromiso con la paz.
Entre otros puntos también rememora que, en 2019, el Papa ofreció una misa a estadio lleno en los Emiratos Árabes, algo que nunca antes se había hecho. En “Fratelli Tutti”, su encíclica de 2020, dijo haberse referenciado en el Gran Imán Ahmand Al-Tayyeb, líder del mundo musulmán sunnita y escribió: “todos los seres humanos somos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad”.
Un párrafo especial se le otorga a su accionar durante la pandemia de Covid-19. Rememora que en el 2021 el Papa visitó Irak, país cuna de culturas atravesado por la guerra. En la ciudad santa de Náyaf “fue recibido, en inigualable gesto de amistad, por el ayatolá al-Sistani en su propia casa y poniéndose de pie, algo que también sucedía por primera vez en la historia”.
Finalmente se indica que, en 2024, en Yakarta, el sumo pontífice firmó la declaración conjunta con el gran Imán Nasaruddin Umar sobre principios y valores comunes, frente al Túnel de la Amistad que une la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción con la Mezquita Istiqlal, la más grande de todo el sudeste asiático.
Además del mensaje de unión y de paz, se valora que Francisco dispuso la apertura de los archivos vaticanos de la primera y de la segunda sección de la Secretaría de Estado y de la nunciatura de Buenos Aires, como contribución para esclarecer los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar argentina.
Con todo, se concluye que la figura, obra y mensaje de Francisco se corresponden con los valores de la UNRC y se impulsa se le otorgue la máxima distinción académica destinada a personalidades de reconocido prestigio por su ética, su trayectoria y su proceder.