En su primer fin de semana como papa, León XIV se reunió este sábado con los cardenales que lo eligieron el jueves último en el Cónclave. Fue un encuentro privado de casi dos horas, en el que compartió sus primeras reflexiones como sumo pontífice y explicó por qué eligió ese nombre: una decisión con fuerte carga simbólica y un claro mensaje sobre el rumbo que quiere darle a su pontificado.
Robert Francis Prevost, estadounidense, agustino y con años de trabajo pastoral en Perú, dijo que eligió llamarse León XIV en homenaje a León XIII, el Papa que a fines del siglo XIX publicó la encíclica Rerum Novarum, donde defendió los derechos de los trabajadores y se metió de lleno en los temas sociales de su época. “Hoy vivimos otra revolución: la de la inteligencia artificial, los cambios en el mundo del trabajo, la amenaza a la dignidad humana. La Iglesia debe estar presente”, dijo León XIV a los purpurados.
Francisco, presente
En ese mismo encuentro, el flamante Papa habló del peso de su nueva misión. “El yugo es pesado, pero el Señor no nos deja solos”, aseguró. Se mostró sereno, agradecido y humilde. “El Papa, desde Pedro hasta mí, es un servidor de Dios y de sus hermanos. Francisco nos dejó un ejemplo claro: entrega total al servicio y una vida sencilla”, dijo, haciendo una clara referencia a su antecesor, el Papa argentino.
Este domingo, León XIV saldrá al balcón de la Plaza San Pedro para dirigir por primera vez el Regina Coeli, la oración mariana que en tiempo de Pascua reemplaza al Ángelus. Se espera una gran asistencia de fieles, curiosos y medios de comunicación. Será el primer contacto público del nuevo Pontífice con la gente, un momento clave para captar señales de su estilo y su manera de hablarle al mundo.
Símbolos
León XIV también empezó a mostrar su imagen institucional.
Los símbolos del papado del primer vicario de Cristo de origen estadounidense, difundidos este sábado por el Vaticano, reflejan una espiritualidad profunda y sobria. Su retrato oficial, tomado en la capilla Paulina, lo muestra sin mitra ni trono, en actitud recogida, evocando su primer rezo como papa. El escudo de armas mantiene el diseño episcopal: un lirio blanco y un corazón atravesado por una flecha sobre un libro, inspirado en San Agustín. Su lema, In Illo uno unum (En Aquel uno uno) destaca la unidad en Cristo. La cruz pectoral, un relicario artesanal, contiene fragmentos de santos agustinianos, simbolizando conversión, fidelidad y servicio. En tanto, la estola papal, antigua y sin ornamentos, reafirma su estilo contenido y pastoral. El anillo del pescador, símbolo del papado, representa a San Pedro arrojando sus redes, en un diseño sencillo que sigue la línea austera de los últimos pontífices. Todo indica que mantendrá un estilo sobrio, más cercano al de Francisco que al de papas de épocas anteriores.
Elección contundente
La elección de Prevost fue rápida y contundente. Obtuvo más de 100 votos, según confirmaron varios cardenales. Aunque se mencionaban como favoritos al cardenal Pietro Parolin y al italiano Matteo Zuppi, el nombre de Prevost fue ganando fuerza en las Congregaciones Generales previas al cónclave. “Es un Papa muy bueno y tenía mucho más que 100 votos”, aseguró el cardenal de Madagascar, Désiré Tsarahazana.
Los comentarios desde las entrañas del Vaticano han sido positivos. Parolin, secretario de Estado, habló de la “serenidad” y la “sonrisa suave” del nuevo Papa. Zuppi destacó su humildad y su capacidad de escucha. Y desde Nueva York, el cardenal Timothy Dolan confesó que al principio lo subestimó, pero luego reconoció que “lo poco que sabía de él era excelente”.
Este domingo, León XIV dirigirá por primera vez el Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, una cita esperada con ansiedad por los fieles y por los demás, entre oraciones y curiosidad por captar los primeros signos de su estilo pastoral.
El domingo 18 de mayo, el Obispo de Roma presidirá la misa de inicio de pontificado, para la que se esperan hasta 250 mil personas; también, numerosos jefes de Estado y representantes de decenas de países.