La tensión escaló este miércoles entre Venezuela y Estados Unidos a raíz del despliegue militar estadounidense en el mar Caribe y el anuncio de un bloqueo petrolero, mientras el presidente venezolano, Nicolás Maduro, reiteró la oposición de su país a un conflicto armado.
Maduro, en un encuentro con integrantes de la ‘Sociedad Bolivariana’ en Caracas, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), consultó sobre la posibilidad de una guerra y respondió tajantemente: “¿Guerra? Hemos dicho que no”. Pese a la escalada de tensiones, el mandatario prometió continuar cumpliendo con las exportaciones de petróleo, incluso después de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, anunciara el bloqueo a todos los buques petroleros sancionados que entren y salgan de la nación suramericana.
Maduro aseguró que su país continuará con “el comercio para allá y para acá” de su petróleo. Esta postura es consistente con una declaración previa de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que indicó que los buques vinculados a sus operaciones “continúan navegando con pleno aseguramiento, respaldo técnico y garantías operativas,” ejerciendo el derecho a la libre navegación y al libre comercio, derechos que están reconocidos y protegidos por el derecho internacional.
Acusaciones de “robo” y “pretensión colonialista”
La declaración de Trump, realizada el martes, estableció un bloqueo a los buques petroleros sancionados sin especificar cuántos tanqueros se verán afectados. El presidente estadounidense afirmó que Venezuela está “rodeada” por “la armada más grande jamás reunida en la historia de Suramérica”. Trump advirtió que la conmoción generada será inédita hasta que se “devuelvan todo el petróleo, las tierras y otros activos que robaron previamente” a EE. UU.. El miércoles, Trump insistió desde la base aérea Andrews en que le quitaron ilegalmente a su país “todos nuestros derechos energéticos” y “todo nuestro petróleo no hace tanto”.
En respuesta, Maduro consideró la declaración de Trump como una “pretensión guerrerista y colonialista”. Tras el anuncio de la Casa Blanca, que calificó la nacionalización de la industria petrolera venezolana en 1976 como el “mayor robo” de la historia estadounidense, la vicepresidenta Delcy Rodríguez aseguró que el petróleo de Venezuela pertenece a los venezolanos. En un mensaje en Telegram, Rodríguez prometió que “No habrá petróleo regalado ni robado para ningún poder extranjero” y que seguirán defendiendo la Patria.
El jefe del Parlamento, Jorge Rodríguez, secundó la defensa de la soberanía durante una sesión en la que se aprobó un acuerdo para rechazar la amenaza, indicando que “La tierra, el petróleo, el oro, el cielo, los mares y ríos de Venezuela le pertenecen a los venezolanos”. El Parlamento calificó la amenaza de Trump como “temeraria” e “inaceptable violación del derecho internacional”. Instituciones venezolanas como la Fiscalía, Contraloría, Defensoría y el Tribunal Supremo, condenaron el bloqueo, tildándolo de “robo,” “temeraria” o “aberrante amenaza” y un “atentado a la soberanía”.
En el ámbito militar, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, afirmó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) preservará “a toda costa” la integridad territorial. Padrino López se comprometió a defender los “legítimos derechos sobre sus espacios aéreos y marítimos; y de forma irreductible, defenderá su libertad, soberanía, independencia y paz”.
Llamadas internacionales a la moderación
En medio de la crisis, Maduro sostuvo una llamada telefónica con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, con el fin de alertarle sobre la “escalada de amenazas” de Estados Unidos y las “graves implicaciones para la paz regional”. El Gobierno de Venezuela informó que Maduro mencionó la publicación de Trump y criticó las declaraciones de Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca, sobre la industria petrolera, calificando las expresiones de Trump como de “abierto carácter colonial”.
Durante la conversación, Guterres reafirmó la posición de la ONU instando a los Estados miembros a “ejercer la moderación, reducir tensiones y preservar la estabilidad regional”. Otros líderes regionales también se pronunciaron, como la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien hizo un llamado a la ONU para que cumpla su papel y evite un “derramamiento de sangre” en el contexto de las tensiones entre Caracas y Washington. Por su parte, Trinidad y Tobago negó estar involucrada en el bloqueo.
Un periodista ultraconservador, Tucker Carlson, afirmó este miércoles que, según un miembro del Congreso, Trump anunciaría la guerra con Venezuela durante su discurso a la nación.
