El Gobierno de Rusia confirmó este lunes la muerte de 63 militares tras un ataque ejecutado por el Ejército ucraniano mediante un sistema de cohetes de artillería de alta movilidad (Himars). Ocurrió en una localidad de la región de Donetsk (este), controlada por las autoridades prorrusas.
El Ministerio de Defensa ruso informó de un ataque ucraniano con seis lanzacohetes múltiples HIMARS de fabricación estadounidense contra un punto de despliegue temporal de una de las unidades de las Fuerzas Armadas rusas.
“La defensa antiaérea rusa ha derribado dos cohetes HIMARS”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, según recogió la agencia de noticias rusa Interfax.
Konashenkov informó del impacto de cuatro cohetes, con ojivas altamente explosivas. “Se brindará toda la asistencia y el apoyo necesarios a los familiares y amigos de los militares muertos”, indicó.
Ataque ucraniano dejó varias decenas de rusos muertos en Donetsk
El Centro Conjunto de Control y Coordinación de Asuntos Relacionados con Crímenes de Guerra en Ucrania (JCCC) apuntó en su cuenta en Telegram que las Fuerzas Armadas ucranianas realizaron varios ataques con artillería contra la ciudad de Donetsk, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania confirmó posteriormente este ataque en su parte diario correspondiente al día 313 de la invasión rusa a gran escala.
“El 31 de diciembre, hasta diez unidades de equipo militar enemigo de varios tipos fueron destruidas y dañadas en el área de concentración en el asentamiento de Makivka, en la región de Donetsk. Se ha informado de pérdidas humanas de los ocupantes”, indicaron desde Kyiv.
Desde Ucrania afirman que los muertos son más de 400 y 300 los heridos, pero esa información no fue confirmada por Moscú. Lo cierto es que el ejército ruso, que rara vez divulga información sobre las bajas, nunca informó de tantas pérdidas en un solo ataque.
Medios de prensa ucranianos publicaron fotos y videos del lugar donde supuestamente se encontraban los soldados rusos.
Además, dieron cuenta de diez ataques de la aviación ucraniana sobre zonas de concentración rusas y de cinco ataques contra las posiciones de sus sistemas antiaéreos.
Donetsk es, junto con Lugansk, el epicentro de un conflicto desde 2014, que se extendió a nivel nacional tras la orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de lanzar una ofensiva militar contra Ucrania. Putin anunció en septiembre la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, todas ellas ocupadas parcialmente en el marco de la invasión.
Rusia sigue atacando a Ucrania durante el invierno
Por otra parte, desde el fin de semana de Año Nuevo, Ucrania sufrió varias tandas de bombardeos rusos que dejaron al menos cinco muertos. Kyiv fue azotada por nuevos ataques con drones de fabricación iraní y la administración militar de la ciudad ordenó a los habitantes acudir a los refugios.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó de una explosión este lunes en el distrito de Desnianski, donde “un hombre de 19 años fue hospitalizado”. Las autoridades informaron posteriormente que el joven fue herido por la caída de escombros.
Además, el operador de energía Ukrenergo informó que la situación del suministro eléctrico en Kyiv era ahora “más complicada”. “Por eso ahora hay cortes de energía”, indicó la empresa en las redes sociales.
Los ataques rusos de Año Nuevo golpearon áreas céntricas de ciudades grandes, indicó Mijailo Podoliak, asesor del presidente Volodimir Zelensky, quien lo calificó como un “cambio en la estrategia” de Moscú.
“Rusia ya no tiene objetivos militares y trata de matar todos los civiles posibles y destruir instalaciones civiles”, tuiteó. “Es una guerra para matar”.
El sábado 31 de diciembre, la artillería rusa golpeó una localidad en las afueras de Jerson, donde un niño de 13 años resultó herido. El ataque dañó el hospital de esa ciudad del sur ucraniano y la dejó sin electricidad.
Las autoridades ucranianas reportaron que en los ataques de los últimos dos días hubo decenas de heridos.
El jefe de la policía, Andrii Nebitov, publicó en Facebook una imagen de los restos de un dron en que se podían leer las palabras “Feliz Año Nuevo” en ruso. “Esto es todo lo que necesitan saber sobre el Estado terrorista y su ejército”, escribió.
Tras una serie de derrotas militares, Rusia comenzó en octubre a dirigir sus ataques a la infraestructura ucraniana, dejando a millones de personas a oscuras y expuestas al frío con temperaturas bajo cero.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos advirtió que esta campaña provoca “adversidades extremas” para los ucranianos y denunció posibles crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas.
Sin embargo, para el presidente ruso, Vladimir Putin, la justicia “moral e histórica” está del lado de su país en esta guerra, según reivindicó durante su discurso de Año Nuevo.
