El ducado de Luxemburgo está de luto tras la muerte del príncipe Frederik, hijo del príncipe Roberto de Luxemburgo y la princesa Julie de Nassau. A los 24 años, Frederik falleció luego de una larga batalla contra una enfermedad mitocondrial relacionada con el gen POLG, la cual le fue diagnosticada hace ocho años.
El anuncio fue hecho público por el primo del Gran Duque Enrique, quien a través de un comunicado compartió la dolorosa noticia en las redes sociales y en la web de la Fundación POLG. El mensaje, que resonó profundamente en quienes siguen a la familia real, incluyó tiernos recuerdos del joven príncipe, junto a imágenes de diferentes momentos de su vida.
“Con gran pesar, mi mujer y yo queremos informarles del fallecimiento de nuestro hijo, Frederik, fundador y director creativo de la Fundación POLG”, empezó, dando a conocer la pérdida que embarga al ducado. La fecha del fallecimiento de Frederik fue el 1° de marzo, pero su familia decidió compartir el anuncio de manera pública esta semana, tras una emotiva despedida.

En sus últimos momentos, el príncipe Frederik quiso aprovechar la oportunidad para despedirse de su familia. Según detallaron sus padres, el joven encontró la fuerza para decir adiós a cada uno de sus seres queridos. “Frederik encontró la fuerza y el coraje para despedirse de cada uno de nosotros”, señala el comunicado, revelando cómo fueron sus últimas palabras. A través de este acto de valentía, Frederik logró despedirse de su hermano Alexander, su hermana Charlotte, sus primos, su cuñado y finalmente, sus tías y tíos.
Una de las últimas conversaciones del príncipe fue especialmente conmovedora. En un momento de gran claridad, Frederik miró a su padre y le preguntó: “Papá, ¿estás orgulloso de mí?” Esta simple pregunta cargada de emoción fue el último intercambio entre padre e hijo. A pesar de no haber podido hablar con claridad durante los días previos, Frederik expresó en esos últimos momentos una profunda necesidad de saber que había hecho todo lo que podía en su corta pero significativa vida.

El comunicado no solo anuncia la pérdida, sino que también rinde homenaje al espíritu indomable de Frederik. “Frederik sabe que es mi superhéroe, como lo es para toda nuestra familia, para tantos buenos amigos y, ahora, gracias a su Fundación POLG, para tantas personas de todo el mundo”, expresaron sus padres. La Fundación POLG, que el joven fundó y dirigió con pasión, fue un proyecto que le permitió ayudar a quienes enfrentan enfermedades mitocondriales, dejando un legado de esperanza e inspiración.
La familia real, además, compartió en sus redes sociales un mensaje lleno de amor y gratitud por la vida de Frederik, con las palabras “Descansa en paz eterna, dulce Frederik”, un último adiós para un joven que, a pesar de su corta existencia, tocó las vidas de muchos con su valentía, humor y compasión.
En un emotivo cierre, la familia real de Luxemburgo destacó que, aunque Frederik haya partido físicamente, su legado perdurará a través de su familia, amigos y la fundación que creó con tanto esfuerzo.