A las puertas del sexto plenario cardenalicio, el cardenal iraquí Raphael Sako, patriarca de los caldeos, lanzó un mensaje que resuena con fuerza en los pasillos vaticanos: “No se puede volver atrás”. Esta declaración subraya una postura firme antes de un cónclave que, según las especulaciones y opiniones de varios cardenales, promete ser “exprés” tras la muerte del papa Francisco.
Al ingresar a la reunión de este martes, el cardenal Sako fue enfático sobre su visión. Para él, el camino a seguir está claro. No solo expresó “Tengo las ideas claras” y “Yo sé a quien votar”, sino que también describió un “ambiente de fraternidad y de espíritu de responsabilidad” entre los electores, según lo informado por Clarín.
La frase “No se puede volver atrás” encapsula una determinación que, en su opinión, facilitará una elección rápida, de “dos o tres días”, a partir del próximo miércoles, cuando se prevé el inicio del cónclave.
Expectativas de un cónclave exprés
La idea de un cónclave de corta duración parece ser una apuesta mayoritaria entre los cardenales. Generalmente, buscan que el proceso sea breve para evitar dar una imagen de división o desacuerdo. Se espera, basándose en experiencias pasadas, que entre dos y cuatro días haya un nuevo pontífice.
Además del cardenal Sako, el arzobispo argentino de Santiago del Estero, Vicente Bokalic Iglic, espera que la elección “sea pronto”, al igual que su par cordobés, Ángel Rossi.
Aunque no participará en la votación por su edad, el salvadoreño Gregorio Rosa Chávez también tiene la impresión de que “será corto, de dos o tres días”. El cardenal Gualtiero Bassetti, también mayor de 80 años, refuerza esta visión al creer que será “un cónclave breve” porque “entre los cardenales hay unidad”, aunque no especificó en torno a qué perfil de papa.
A pesar del optimismo general por la brevedad, no todas las opiniones coinciden. El cardenal sueco Anders Arborelius, por ejemplo, consideró que “será un cónclave largo”. Su argumento principal es que “hay muchos cardenales nuevos y hay que conocerse”.
Este cónclave presenta un número récord de 133 electores. Muchos de ellos fueron creados cardenales recientemente por Francisco y provienen de “periferias geográficas”, lo que significa que no necesariamente se conocen entre sí ni están ejercitados en el proceso de elección papal.