Ricardo Fernández Núñez es un empresario nacido en Villa María que vive en Europa desde hace más tres décadas. El cordobés es propietario de bodegas en Argentina, Italia, España y Estados Unidos, y además tiene otras empresas en países como Ucrania, Hungría, República Checa y Polonia.
Fernández Ñúñez tuvo que salir de Ucrania después de que Vladimir Putin decidiera invadir el país. Ahora, el villamariense decidió retirarse públicamente del mercado ruso. En diálogo con Infobae, contó sus motivos: “La decisión que tomamos es doble: no solamente nos retiramos públicamente de Rusia y le pedimos al distribuidor ruso que retire del mercado las latas y neutralice el stock, sino que también nos alineamos, porque estas latas de alimentos ahora van directo a las fuerzas armadas ucranianas y los Comités de Autodefensa que están peleando contra el Ejército Ruso”.
Fernández Núñez el propietario de la bodega La Luz del Duero, radicada en España. Para el cordobés “no tener una posición tomada frente a lo que está pasando en Ucrania; a los crímenes de guerra que se están cometiendo en Ucrania; a las fotografías de Mariúpol, de Bucha, de Járkov; frente a todo lo que ha pasado y todo lo que han hecho, es una inmoralidad”.
El empresario además dijo que “en un acto aberrante como el que se está cometiendo en Ucrania por parte Rusia, hay que alinearse. Y nosotros estamos alineados con el pueblo ucraniano. Para nosotros, abandonar el comercio con Rusia fue una decisión moral”. Además, el cordobés afirmó que sus empleados se emocionaron y agradecieron por la posibilidad de fabricar víveres “que van directamente a la gente que está luchando por la protección del pueblo ucraniano”.
Hasta el momento, el villamariense envió a Ucrania unas 20 toneladas de alimentos: se tratan de 50.000 latas de comida autocalentables, destinadas al Ejército de Ucrania, que poseen una tecnología capaz de elevar la temperatura del alimento unos 42 grados por encima de la temperatura ambiente.
“Estas cincuenta mil latas de alimentos autocalentables van directamente a los Comité de Autodefensa de Ucrania y a las Fuerzas Armadas ucranianas, de la gente que está luchando porque mi concepto personal es que las empresas no pueden ser neutrales siempre. Las empresas no pueden ser ciegas frente a los crímenes de guerra. El mundo está lleno de malos ejemplos de empresas que han apoyado la guerra, y nosotros, lo que estamos haciendo, es defendiendo la independencia de Ucrania a través de los alimentos que van a comer sus soldados”, explicó.
Pero éstos no son los únicos actos de solidaridad emprendidos por Fernández Núñez. El empresario colaboró para que muchas familias puedan abandonar Ucrania después de que comenzaran los bombardeos rusos. “Eran mujeres empleadas, porque los hombres no pueden salir, pero nos encargamos de traernos a su familia, mujeres e hijos”, contó.
“Los hombres piden proteger a la familia, a las mujeres les tuvimos que pedir por favor que salgan de Kiev”, añadió. Después, dijo que tanto él como otros fabricantes de vinos facilitaron miles de botellas de vino para que los ucranianos fabriquen bombas molotov, útiles contra el avance de tanques y vehículos de asalto.
“La situación en Ucrania es dramática. Putin ha masacrado a la población. Yo vivo el día a día porque estoy en contacto con toda mi gente, pero además tengo empleados ucranianos que distribuí en mis bodegas de Polonia y España para que no pierdan sus trabajos, son mujeres, son familiares. Los hombres se han quedado todos en Ucrania por la Ley Marcial a pelear, pero lo que sí es importante y esto lo digo con contundencia: he visto como ese pueblo nunca se puso de rodillas y ahí está la gran derrota de Vladimir Putin. Puede destruir todo, pero no puede destruir la moral de los ucranianos”, cerró el empresario.