El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, declaró que este domingo Rusia y Ucrania están cerca de coincidir en “puntos fundamentales” de un posible acuerdo de paz o, como mínimo, de un alto el fuego en el territorio ucraniano.
Cavusoglu destacó una “convergencia” en la postura de las delegaciones de ambos países sobre los primeros cuatro artículos de los seis que están negociando hace días, según declaró el diplomático al diario ‘Hurriyet’. Además, reiteró la voluntad de su país de seguir ejerciendo como principal mediador entre ambos bandos.
De acuerdo con el asesor de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, estos cuatro artículos se refieren a la renuncia de Ucrania a su incorporación a la OTAN, el desarme del país y las garantías de seguridad mutua, la llamada “desnazificación” de Ucrania (en otras palabras, la exigencia de Moscú para la eliminación de elementos ultranacionalistas en el Gobierno ucraniano) y el levantamiento de las restricciones sobre el uso del idioma ruso.
A pesar de estas supuestas buenas perspectivas, Cavusoglu recordó que en modo alguno las delegaciones están capacitadas para cerrar la negociación sobre estos aspectos, una decisión final que queda en manos de los presidentes de Ucrania y Rusia: Volodimir Zelenski y Vladimir Putin.
Según Kalin, los puntos cinco y seis representan los dos obstáculos más grandes de la negociación: el estatus de Crimea -incorporada por Rusia en 2014 tras una invasión y posterior plebiscito no reconocido por Ucrania ni sus aliados- y la región separatista del Donbás, en el este del país, que comprende las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Las trabas en el Donbás
A este último punto se refirió Zelenski este domingo en una entrevista con la cadena estadounidense CNN, a la que aseguró que “no cederá ni un ápice de la soberanía ni de la integridad territorial de Ucrania”.
“Necesitamos encontrar un modelo a través del cual Ucrania no pierda su soberanía e integridad territorial. Nunca podremos estar de acuerdo con un escenario semejante, pero sí que hace falta un modelo de entendimiento para evitar nuevos conflictos sobre los territorios temporalmente ocupados”, declaró Zelenski, usando la denominación oficial con la que el Gobierno ucraniano describe a ambas repúblicas.
Asimismo y una vez más, Zelenski sostuvo que está “listo para negociar” con Putin siempre y cuando ambas partes asuman la envergadura de dicho encuentro, que de fracasar arrastraría al mundo a “una tercera guerra mundial”.
“Llevo dos años preparado para negociar con él, y creo que sin esta negociación no podemos detener esta guerra”, indicó antes de resaltar su lista de “prioridades” de cara a un posible acuerdo: “alto el fuego, garantías de seguridad, soberanía, restauración de la integridad territorial y una verdadera protección para Ucrania”.
Crisis de refugiados
Casi 40.000 personas huyeron de la ciudad asediada de Mariúpol en la última semana, según dijeron el domingo las autoridades del puerto ucraniano. Eso es casi el 10% de sus 430.000 habitantes.
El consejo municipal de la ciudad indicó que 39.426 personas evacuaron Mariúpol de forma segura en sus propios vehículos. Los evacuados utilizaron más de 8.000 vehículos para marcharse por un corredor humanitario a Zaporiyia a través de Berdiansk.
La ciudad estratégica lleva tres semanas rodeada por tropas rusas que la bombardean sin cesar, y se convirtió en un símbolo del horror de la invasión rusa en Ucrania. Las autoridades locales dicen que el asedio cortó los suministros de agua y energía. Al menos 2.300 personas murieron en los ataques, algunas de las cuales tuvieron que ser sepultadas en fosas comunes.
Los números de los niños
La Fiscalía de Menores de Ucrania denunció que al menos 115 niños murieron y más de 140 resultaron heridos en ataques perpetrados por Rusia desde el comienzo de su invasión del país, el pasado 24 de febrero, hasta este domingo.
La mayor parte de las víctimas infantiles, contando fallecidos y heridos, se registraron en la región de la capital, Kiev, con 58, seguida de Járkov (36), Chernihiv (30), Donetsk (29), Mikolaiv (20), Yitomir (15), Sumy (14) y Jersón (14), de acuerdo con su balance publicado en su canal de Telegram.
Las víctimas infantiles de la guerra fueron objeto de un homenaje celebrado el viernes en la ciudad de Lviv, en el oeste del país y bajo control del Gobierno ucraniano. Allí, en una de sus plazas, activistas y padres colocaron más de un centenar de cochecitos de bebé vacíos en conmemoración de los menores fallecidos.
Hay que recordar que las cifras de víctimas proporcionadas por el Gobierno ucraniano prácticamente duplican a las que baraja Naciones Unidas, que confirmó hasta el sábado 64 niños fallecidos y 78 heridos desde el principio de la invasión.