La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) anunció este miércoles que prohibirá el uso del colorante sintético Rojo N° 3, conocido también como eritrosina, debido a los riesgos que presenta para la salud, específicamente la evidencia de que puede causar cáncer en animales de laboratorio. Esta decisión llega después de décadas de estudios que vincularon al colorante con tumores en ratas macho expuestas a dosis elevadas.
La eritrosina, que se utiliza comúnmente para dar un color rojo brillante a alimentos, bebidas y medicamentos, ya está prohibida en varios países como Australia, Japón y los miembros de la Unión Europea, debido a las preocupaciones sobre su seguridad. Sin embargo, en América Latina, y particularmente en Argentina, el colorante sigue siendo aprobado para su uso en productos alimenticios y farmacéuticos, con límites de consumo más permisivos que los estándares internacionales.
La medida de la FDA llega como una victoria para los grupos de defensa del consumidor y algunos legisladores estadounidenses, que señalaron durante años los peligros del aditivo, especialmente en productos dirigidos al público infantil. Entre los productos que aún contienen eritrosina en Estados Unidos se encuentran dulces, cereales, cerezas en cócteles de frutas, y diversos productos con sabor a frutilla.
Jim Jones, subdirector de alimentos para humanos de la FDA, explicó en un comunicado que “la FDA no puede autorizar un aditivo alimentario o un colorante si se descubrió que causa cáncer en humanos o animales”, y añadió que las pruebas realizadas demostraron la existencia de cáncer en ratas macho de laboratorio expuestas a niveles elevados de Rojo N° 3.
Este colorante, aprobado para su uso en alimentos desde 1907, se obtiene a partir del petróleo y no aporta valor nutritivo. Aunque en Estados Unidos su uso será eliminado de los productos alimenticios hasta 2027, las empresas tendrán hasta 2028 para reformular productos como suplementos dietéticos y medicamentos ingeribles.
En Argentina, el uso de la eritrosina está regulado por el Código Alimentario Argentino (CAA), que establece límites de consumo que son más flexibles que los exigidos en otros países. La eritrosina sigue siendo común en la formulación de productos como caramelos, gomitas, helados, gelatinas, lácteos, mermeladas, derivados cárnicos y patés, así como en ciertos medicamentos.
Con esta decisión, Estados Unidos da un paso importante en la regulación de aditivos alimentarios, y pone en evidencia las diferencias en las normativas internacionales sobre el uso de ciertos productos químicos en la industria alimentaria y farmacéutica.