La infección respiratoria del papa Francisco presenta “un cuadro clínico complejo” que requerirá más hospitalización, según dijo el lunes el Vaticano.
Los resultados de las pruebas de los últimos días indican que el papa de 88 años sufre una “infección respiratoria polibacteriana” que ha requerido más cambios en su tratamiento farmacológico, indicó el vocero del Vaticano, Matteo Bruni.
No se estimó un plazo de su hospitalización, aunque Bruni dijo que la complejidad de sus síntomas “requerirá una estancia apropiada en el hospital”.
Qué es la bronquitis y por qué se habla de una infección polibacteriana que afecta al Papa
La bronquitis es una inflamación del revestimiento de los bronquios, los conductos que transportan el aire hacia y desde los pulmones.
Esta afección puede ser aguda, generalmente causada por infecciones virales, o crónica, a menudo resultado de la exposición prolongada a irritantes como el humo del tabaco. Los síntomas comunes incluyen tos, producción de mucosidad, fatiga y molestias en el pecho.
La infección polimicrobiana ocurre cuando distintos microorganismos, como bacterias, virus u hongos, infectan simultáneamente una parte del cuerpo.
En el tracto respiratorio, pueden comprometer los pulmones, los bronquios o la tráquea, dificultando la respiración y aumentando el riesgo de complicaciones.
A diferencia de una infección causada por un solo patógeno, en las polimicrobianas la interacción entre microorganismos puede agravar la enfermedad o hacerla más resistente al tratamiento.
Cómo es el tratamiento de la infección
El tratamiento de esta afección es complejo y suele requerir una combinación de antibióticos, antivirales, antifúngicos u otros medicamentos, según los patógenos involucrados.
En muchos casos, la hospitalización es indispensable para un monitoreo constante y la administración de fármacos intravenosos, asegurando así la recuperación del paciente.
En el caso del papa Francisco, varios factores aumentan la preocupación. Su edad avanzada debilita la respuesta inmunitaria, y su historial de enfermedades respiratorias, como bronquitis y neumonía previas, eleva el riesgo de complicaciones, entre ellas insuficiencia respiratoria o sepsis.
Todos estos factores podrían hacer que su recuperación sea más lenta y requiera una supervisión médica rigurosa. Su equipo de salud está tomando las medidas necesarias para estabilizar su estado.
El papa Francisco seguirá internado
La infección del pontífice ya le ha mantenido alejado más tiempo que una hospitalización por neumonía en 2023 y ha puesto en duda los compromisos de su agenda pública.
Bruni había indicado antes el lunes que Francisco, de 88 años, desayunó y leyó los periódicos el lunes por la mañana, y continuaba con sus tratamientos farmacológicos no especificados.
Francisco fue admitido en el hospital Gemelli de Roma en “estado regular” el viernes, después de que una bronquitis con la que llevaba una semana empeorara. Los médicos confirmaron una infección del tracto respiratorio y prescribieron “reposo absoluto” junto con terapias farmacológicas no especificadas. Reportes posteriores indicaron que su leve fiebre había desaparecido y que se encontraba en “estado estable”.
El papa argentino, quien se sometió a la extirpación de parte de un pulmón tras una infección pulmonar en su juventud, es conocido por ser un adicto al trabajo que mantiene un ritmo agotador a pesar de su salud cada vez más precaria.
Cuando tuvo un grave caso de neumonía en 2023, salió después de tres días y solo reconoció más tarde que había sido admitido de urgencia tras sentirse débil y experimentar un dolor agudo en el pecho. En esa ocasión, Francisco insistió en completar sus audiencias matutinas el viernes antes de abandonar el Vaticano, a pesar de que tenía dificultades para hablar durante mucho tiempo debido a la falta de aliento.
La Santa Sede solo ha confirmado las citas canceladas hasta el lunes. Se suponía que Francisco debía ir a los estudios de cine Cinecittà en Roma para reunirse con artistas como parte de las celebraciones del Año Santo de la Iglesia católica.
Si bien sus audiencias privadas rara vez se anuncian con mucha antelación, la próxima cita programada del papa es su audiencia general semanal el miércoles. Más allá de eso, tiene previsto presidir el domingo la ordenación de diáconos como parte de un fin de semana del Año Santo dedicado a los diáconos. La participación de Francisco en ambos eventos parece estar en duda, pero siguen en la agenda oficial del Vaticano.
Un cardenal sustituyó al pontífice cuando se perdió la Misa del Jubileo dedicada a los artistas el pasado domingo.