Mariangels Fortuny es jefa de la Unidad de Silvicultura, Agricultura, Construcción y Turismo de la OIT.
La ejecutiva tuvo participación central en la definición de las pautas del organismo internacional sobre “Trabajo decente y turismo socialmente responsables”, adoptadas en 2017 por los 183 estados miembros, entre los que se cuenta la Argentina.
También, en la reciente definición de acciones y mecanismos globales para mitigar el impacto del Covid-19 en el sector turístico, a partir de la información aportada por los responsables del rubro en los estados asociados, con quienes se trabajó (y se trabaja) de manera conjunta.
“Previa consulta con los gobiernos y los representantes de los empleadores y los empleados de la industria sobre las repercusiones de la pandemia, definimos políticas a gran escala, en los planos internacional y nacional, para dar respuesta y recomendaciones oportunas”, con el propósito de capear el temporal y recuperar el pulso, comentó Fortuny.
El informe se titula: “El impacto de la Covid-19 en el sector turístico”.
Ayudas a gran escala
“El imperativo inmediato es asegurar la supervivencia de las empresas de turismo a través de ayudas públicas de gran escala sin las cuales van a desaparecer antes que el virus”, razona Guy Ryder, director general de la OIT, en el prólogo. “Y estas ayudas deben ampliarse a los trabajadores interesados que no tienen otros ingresos ni protección social”, sugiere el ejecutivo.
El trabajo está disponible en el portal de la OIT (https://www.ilo.org).
En el documento se remarca que el turismo tiene un importante efecto multiplicar en varios segmentos económicos: aviación civil, transporte, alojamiento, gastronomía, artesanías, agricultura y suministros de alimentos y bebidas, entre otros.
Otro reto para la actividad a nivel global -plantea la OIT- “es la alta incidencia de modalidades de trabajo informal en el sector, debido en gran parte a su carácter estacional, a lo que se suma la insuficiencia de regulación, el escaso cumplimiento de la normativa y la falta de organización del trabajo”, plantea la organización.
La contingencia sanitaria extraordinaria ha remarcado ese rasgo característico de la industria lo que complica su abordaje de cara a la “nueva normalidad” que se espera con ansias.
