Este sábado, escaló de manera significativa el conflicto en Medio Oriente luego del ataque del grupo terrorista Hamas a Israel, que ya dejó más de 400 personas fallecidas. En medio de los bombardeos y fuegos cruzados, un cordobés perdió la vida. Se trata del primer ciudadano argentino que falleció tras desatarse nuevamente la guerra.
La víctima fue identificada como Rodolfo Fabián “Rody” Skariszewski. Tenía 56 años y era oriunda de la ciudad de Río Cuarto. Residía en Moshav Ohad, un asentamiento ubicado a pocos kilómetros de la Franja de Gaza, epicentro de los ataques.
El deceso del hombre fue confirmado por uno de sus tres hijos a través de Facebook, donde compartió un emotivo mensaje acompañado por una fotografía junto a su padre. Perdió la vida durante el ataque de la organización terrorista Hamas, este sábado en horas de la mañana.
En contacto con Infobae, Ricardo, hermano de Rodolfo, contó que la víctima había salido a pasear con su perro en horas de la mañana, aunque jamás regresó. Vale mencionar que este familiar también vive en Israel, pero en Givat Haim Hamerkaz, una zona alejada del lugar de los ataques.
“No supimos más nada de él hasta que el hijo, que vive en Tel Aviv y viajó en forma urgente, lo encontró muerto en el Moshav Ohad, el asentamiento donde vivía”, contó.
Ricardo contó que esta noticia le cayó como “balde de agua congelada” y contó que cada vez que había “problemas en el sur de Israel” le mandaba inmediatamente un mensaje a su hermano. “Esta vez no contestó”, dijo.
Los Skariszsewski son oriundos de Río Cuarto. Ricardo mencionó que desde chicos se mudaron con su familia “al barrio de La Paternal, en Buenos Aires”.
“Rody” era hincha de Argentinos Juniors. Estudió en la escuela primaria Andrés Ferreyra e hizo el secundario en el ORT, donde se especializó en computación. Tras esto, emigró a Israel y se enlistó en el Ejército.
Fue allí donde conoció a su esposa, Rinat, con quien tuvo tres hijos: Yhonatan, Daniel y Guili.
Ya en la ciudad de Ohad, instaló un negocio de computación y conexión de cámaras para emprendimientos de agricultura.
“Mi hermano tenía un corazón muy grande. Era loco por su familia y le gustaba todo lo que tuviera que ver con los adelantos tecnológicos. Era una persona muy querida por sus vecinos, por su seriedad. El día que lo podamos enterrar habrá miles de personas. No es justo”, indicó su hermano Ricardo.
