Un ciudadano argentino de 63 años atraviesa un auténtico drama en Estados Unidos, donde reside desde hace 10 años pero en las últimas horas fue detenido cuando intentaba salir irse del país. Tenía irregularidades con su estado migratorio y, por ello, fue detenido y llevado a la “cárcel para inmigrantes” que inauguró Donald Trump recientemente.
Quién es el argentino detenido en Estados Unidos
Se trata de Fernando Artese, un argentino de 63 años con doble nacionalidad (argentina e italiana). Permanece detenido desde el pasado 3 de julio en Florida, Estados Unidos, por tener su licencia de conducir vencida y un estatus migratorio irregular. Su caso cobró relevancia al ser enviado inicialmente a un controvertido centro de detención migratorio conocido como “Alligator Alcatraz”.
Artese, quien reside en Florida desde hace una década, planeaba regresar a Argentina junto a su esposa, Mónica Riviera, y su hija Carla en un motorhome, con la intención de documentar el viaje en un canal de YouTube llamado Argentinomades.
Sin embargo, el periplo quedó trunco a pocos kilómetros del punto de partida cuando su casa rodante fue detenida en un control policial en la zona de Jupiter Beach, Florida.
Según fuentes diplomáticas argentinas, Artese llegó a EE.UU. en 2015 desde las Islas Canarias, España, utilizando su pasaporte italiano. Ingresó al país con una visa obtenida a través del Sistema Electrónico para la Autorización de Viaje (Esta), que permite a ciudadanos italianos permanecer como turistas durante 90 días sin necesidad de una visa regular.
Después de ese plazo, su residencia se tornó irregular. Su esposa, Mónica Riviera, explicó que Fernando “accionó sin pensar, sin saber que con la visa Esta no iba a poder cambiar después su estatus migratorio”.

Antes de llegar a EE.UU., la familia había emigrado a España desde Argentina en 2001 debido a la crisis. Vivieron diez años en Madrid, donde nació su hija, y luego mudándose a las Islas Canarias. Una vez en Florida, Artese instaló una empresa de cámaras de seguridad y alarmas con la ayuda de su cuñado.
La decisión de regresar a la Argentina fue difícil, pero la familia consideró que la proyección a futuro en Estados Unidos era negativa, una percepción que se confirmó con la llegada de la administración de Donald Trump.
Ante la “fuerte presión migratoria del gobierno de Trump, la familia decidió autodeportarse”, según su esposa.
El relato de su esposa
Mónica relató la dramática detención: “Están rastreando a la gente. Mi hija vio por los espejos cómo se lo llevaban esposado, fue una película de terror”.
Luego, en contacto con CNN en Español, la mujer comentó sobre la experiencia de su esposo en la cárcel inaugurada por Trump, donde “la comida era mínima, tan solo una manzana, una barra de cereal, una bolsita de papas fritas y un sándwich con una sola rebanada de mortadela y otra de queso”.

Además, Riveira denunció el trato humillante que sufrió su esposo y los demás detenidos mientras este se encontraba en el lugar. “Para salir de su celda, deben caminar con las manos en la nuca, como si fueran criminales peligrosos. Lo más doloroso es que muchos de los que están allí no cometieron ningún delito. Son trabajadores que emigraron para darles un mejor futuro a sus familias”.
También habló del caso particular de su esposo: “Fernando montó una empresa, prosperó y aportó al país. Sin embargo, hoy está encerrado como si fuera lo peor de lo peor”.