Tras la muerte del papa Francisco el 21 de abril de 2025, el mundo católico se prepara para un cónclave que marcará un hito histórico en la Iglesia.
Hay una cardenal que emerge y tiene posibilidades de ser Papa. Se trata de Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa, República Democrática del Congo (RDC).
Quién es Fridolin Ambongo
Este cardenal de 65 años no solo es considerado un candidato fuerte para suceder a Francisco, sino que también ha avivado especulaciones sobre la profecía de Nostradamus, que en el siglo XVI predijo la llegada de un “Papa negro” como señal de un cambio trascendental en la Iglesia.
¿Quién es Ambongo y por qué podría convertirse en el primer Pontífice africano en más de 1.500 años?
Una vida forjada en la fe y el compromiso social. Fridolin Ambongo Besungu nació el 24 de enero de 1960 en Boto, Nord-Ubangi, RDC, en una familia humilde de 11 hermanos.
Su padre recolectaba caucho, y desde pequeño mostró inclinación religiosa, rezando el rosario a los tres años. Estudió filosofía en el seminario de Bwamanda y teología en el Instituto Saint Eugène de Mazenod en Kinshasa, uniéndose a los Frailes Menores Capuchinos (O.F.M. Cap.). Fue ordenado sacerdote en 1988 tras hacer sus votos perpetuos en 1987.
Ambongo completó su formación con una licenciatura en teología moral en la Academia Pontificia Alfonsiana de Roma, defendiendo una tesis sobre la rehabilitación humana como base del desarrollo en el entonces Zaire.
Su carrera eclesiástica despegó en 2004, cuando Juan Pablo II lo nombró obispo de Bokungu-Ikela. En 2016 se convirtió en arzobispo de Mbandaka-Bikoro, y en 2018 asumió como arzobispo de Kinshasa, una de las arquidiócesis más influyentes de África.
En 2019, Francisco lo elevó a cardenal, otorgándole el título de San Gabriele Arcangelo all’Acqua Traversa.
Un líder africano con impacto global
Ambongo ha sido una voz poderosa en la Iglesia africana, presidiendo desde 2023 el Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) y formando parte del Consejo de Cardenales (C9) desde 2020.
Su compromiso con los pobres y su activismo social lo han convertido en una figura respetada, pero también controversial.
En la RDC, ha denunciado la explotación de recursos, la corrupción y la violencia, liderando protestas pacíficas por elecciones democráticas entre 2016 y 2018.
Su franqueza le ha valido amenazas de muerte y, en 2024, una investigación judicial por “comentarios sediciosos” tras acusar al gobierno congoleño de armar a grupos rebeldes.
A nivel pastoral, Ambongo promueve la inculturación del Evangelio, defendiendo que la fe debe adaptarse a las culturas locales: “El cristianismo que nos trajeron era belga, no tenía nada que ver con nuestra cultura”.
Sin embargo, su postura conservadora en temas como la bendición de parejas del mismo sexo —se opuso a la declaración Fiducia Supplicans de 2023— lo ha enfrentado con sectores progresistas de la Iglesia.
La profecía de Nostradamus y el “Papa negro”
La posible elección de Ambongo ha reavivado la interpretación de una profecía de Nostradamus, el astrólogo francés del siglo XVI, quien en su obra Les Prophéties mencionó la llegada de un “Papa negro” como un evento que transformaría la Iglesia.

Históricamente, el término “negro” ha sido interpretado de diversas formas: algunos lo asocian con un Papa de origen africano, mientras que otros creen que se refiere a un miembro de la orden jesuita (cuyo superior es conocido como el “Papa negro”) o a un pontificado marcado por crisis.
Ambongo, como cardenal africano, encaja con la primera interpretación, y su posible elección sería un hito: el último Papa africano fue Gelasio I, en el año 496.
En las redes sociales, la teoría ha ganado adeptos. Usuarios en X han señalado que Ambongo “cumple con las características” de la profecía, destacando su origen y su perfil reformista, alineado con el legado de Francisco.
Casas de apuestas como Paddy Power lo colocan entre los favoritos para el cónclave, con odds de 5:1.
¿Un Papa africano para el siglo XXI?
La elección de Ambongo sería un símbolo del creciente peso del catolicismo africano, que representa el 19% de los fieles globales y sigue en aumento.
Su liderazgo en Kinshasa, donde ha movilizado a más de 100 mil jóvenes en eventos pastorales, y su defensa de los marginados lo convierten en un candidato que podría continuar el espíritu de Francisco.
Sin embargo, las tensiones políticas en la RDC y su postura conservadora en ciertos temas doctrinales podrían ser obstáculos en un cónclave dividido entre reformistas y tradicionalistas.
Mientras el Vaticano se prepara para el cónclave, que comenzará entre el 6 y el 11 de mayo, Fridolin Ambongo Besungu se perfila como una figura que podría hacer historia, no solo por su origen, sino por lo que representa: una Iglesia más diversa, comprometida con las periferias y abierta al cambio. ¿Será él el “Papa negro” que Nostradamus predijo?