El inversor multimillonario Jared Isaacman fue confirmado este miércoles como nuevo administrador de la Nasa, tras la aprobación del Senado de Estados Unidos por 67 votos a favor y 30 en contra.
Según informó la BBC, su designación cerró un proceso poco habitual, en el que el presidente Donald Trump propuso su nombre, lo retiró meses después y finalmente volvió a impulsarlo.
Isaacman se convierte así en el primer jefe de la Nasa en décadas que proviene directamente del sector privado y sin experiencia previa en cargos gubernamentales.
Su llegada al organismo espacial está marcada por un desafío central: lograr que Estados Unidos regrese a la Luna antes que China y consolide allí una presencia permanente.
Un perfil atípico para la Nasa
Isaacman es piloto de jets y empresario tecnológico, y saltó a la escena pública internacional al convertirse en el primer astronauta no profesional en realizar una caminata espacial.
Según Forbes, su patrimonio ronda los U$S 1.200 millones, acumulados principalmente a través de su empresa de procesamiento de pagos y la venta de una firma dedicada al entrenamiento de pilotos y la operación de aeronaves militares privadas.
Su nombramiento marca un giro respecto de los últimos administradores de la agencia, todos con extensas trayectorias en la función pública. De hecho, este será el primer cargo político que ocupa en su carrera.
El regreso a la Luna y la disputa geopolítica
Trump dejó en claro que uno de los ejes de su política espacial es establecer una base lunar permanente, tanto para la explotación de recursos como para utilizarla como plataforma hacia futuras misiones a Marte.
En ese contexto, el desempeño de Isaacman será evaluado, en gran medida, por su capacidad de avanzar en esa agenda antes de que China consolide su propio programa lunar.
“Este no es un momento para demoras, sino para actuar. Si nos quedamos atrás o cometemos un error, puede que nunca logremos ponernos al día, y las consecuencias podrían alterar el equilibrio de poder en la Tierra”, advirtió Isaacman ante senadores estadounidenses durante su audiencia de confirmación.
Tensiones con Elon Musk y el rol del sector privado
Uno de los puntos más sensibles de su gestión será la relación con Elon Musk, CEO de SpaceX y uno de los principales actores del sector aeroespacial privado.
Isaacman mantiene vínculos profesionales con Musk, lo que fue uno de los motivos que Trump citó al retirar inicialmente su nominación en mayo, en medio de una disputa pública entre ambos.
Sin embargo, Isaacman expresó su alineamiento con la estrategia lunar de Trump, una postura que choca con la visión de Musk, quien considera que volver a la Luna es una distracción frente al objetivo de colonizar Marte.
El nuevo administrador de la Nasa apuesta a profundizar la competencia privada en el sector espacial.
En un documento interno filtrado, propuso ampliar las asociaciones con empresas, universidades e instituciones académicas, y redefinir a la agencia como un “multiplicador de fuerza para la ciencia”.
Incluso dejó abierta la posibilidad de financiar proyectos con recursos propios.
“Si estamos al borde de algo extraordinario, como el lanzamiento del telescopio espacial Roman en 2027, exploraré todas las opciones para llevar el programa a la plataforma, incluso poner dinero de mi bolsillo si es necesario”, escribió.
Una transición en marcha
Isaacman reemplazará a Sean Duffy, secretario de Transporte, quien se desempeñó como administrador interino de la Nasa desde julio.
Su llegada abre una etapa inédita en la conducción de la agencia, atravesada por la carrera espacial global, el peso creciente del sector privado y una fuerte impronta geopolítica.
El futuro de la exploración lunar estadounidense, y su liderazgo frente a China, serán algunas de las principales pruebas de su gestión.
