Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y conocido como “El Güero”, se entregó este jueves a las autoridades estadounidenses junto con Ismael “El Mayo” Zambada. Esta entrega marca un hito significativo en la lucha contra el narcotráfico, especialmente contra el Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas de México y el mundo.
El Cártel de Sinaloa, también conocido como Cártel del Pacífico, se destacó por su control sobre la producción y distribución de metanfetaminas, cocaína y otras drogas. Además de su actividad en el narcotráfico, el cartel también participó en actividades ilícitas como el robo de combustible.
Desde la captura de “El Chapo” en 2016, el liderazgo visible del cartel recayó en Ismael “El Mayo” Zambada, aunque sus hijos, conocidos como “Los Chapitos” (Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López), tomaron roles prominentes dentro de la organización.
Quién es Joaquín Guzmán López
Joaquín Guzmán López es el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán y Griselda Guadalupe López Pérez, su segunda esposa. A diferencia de su hermano Ovidio, Joaquín mantuvo un perfil más discreto dentro del cartel.
No obstante, su implicación en actividades delictivas fueron significativas. Según informes del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, Joaquín estuvo involucrado en la gestión de laboratorios de metanfetamina y tuvo un papel crucial en el tráfico de fentanilo y otras drogas letales hacia Estados Unidos.
Se lo señaló como uno de los principales responsables de una red que abastece a estos laboratorios, produciendo entre 1,400 y 2,700 kilos de drogas mensualmente.
Guzmán López fue sancionado por el gobierno estadounidense, congelándose sus activos y prohibiéndose a ciudadanos estadounidenses realizar negocios con él. Estas sanciones se extienden a otros miembros del Cártel de Sinaloa y sus asociados, quienes contribuyeron al tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.
La entrega de Joaquín y “El Mayo” Zambada a las autoridades representa un intento de las fuerzas del orden por debilitar a esta poderosa organización criminal.
La historia de Joaquín Guzmán López es un recordatorio del legado de “El Chapo” Guzmán y el continuo desafío que representa el narcotráfico para las autoridades internacionales. A pesar de las numerosas capturas y sanciones, el Cártel de Sinaloa sigue siendo una fuerza dominante en el tráfico de drogas a nivel mundial.
