El ataque de Israel a Teherán el viernes por la madrugada dejó como saldo la muerte de dos militares de alto cargo en la defensa iraní. Se trata del jefe del Estado Mayor del ejército, Mohamad Bagheri y Hossein Salamí, el líder de la Guardia Revolucionaria.
La agencia de noticias local Tasnim informó la muerte de Mohamad Bagheri, de acuerdo a La Nación: “Fue uno de los comandantes más distinguidos de la Revolución Islámica, presente en todos los frentes de la yihad científica, cultural, de seguridad y militar”.
El ataque israelí a la instalación nuclear en Natanz, supuso también la muerte de seis científicos nucleares y el comandante de la compañía de ingeniería de la Guardia Revolucionaria, Gholamali Rashid.
Frente a este panorama, la tensión se acrecentó y la perspectiva de una guerra total entre los dos adversarios de Oriente Medio se acentúa.
Mohamad Hosein Bagheri
Mohamad Hosein Bagheri sustituyó el 28 de junio de 2016 al militar Hassan Firouzabadi y tomó el cargo de jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán a los 56 años.

De acuerdo a la Agencia EFE, en los años previos a su consagración en su más alto rango, fue subjefe del Estado Mayor de Inteligencia y Operaciones, entre 2002 y 2014. Previo a eso, su experiencia militar se remonta a la guerra entre Irán e Irak.
Además, estaba formado en Ingeniería, contaba con un doctorado en Geografía Política y se lo consideraba un experto en inteligencia militar.
El puesto que dejó vacío tras su muerte será ocupado por otro comandante del Ejército Iraní, el mayor general Abdorrahim Musaví.
Considerado el militar más poderoso de Irán, sólo superado por el líder supremo iraní Alí Jameneí, Bagheri contaba con diversas acusaciones internacionales, informa EFE.
Su nombre apareció en la lista de sanciones del Departamento estadounidense del Tesoro en noviembre de 2019. También fue sancionado por Canadá y de la Unión Europea (UE), acusado de transferir drones a Rusia para usarlos en Ucrania.
Hossein Salamí
Hossein Salamí fue el jefe de la Guardia Revolucionaria, encargada de proteger el sistema político islámico de Irán, desde el año 2019.
Su camino hasta llegar al máximo puesto empezó en 1980, con el estallido de la guerra con Irak. Ingresó a la guardia, ascendió a jefe de la Fuerza Aérea y luego fue comandante adjunto, informa EFE.
Se considera que estuvo a cargo del ataque en el que Irán lanzó 300 misiles y drones hacia Israel en abril de 2024.
Además, según EFE, Salami sostuvo en su carrera un discurso agresivo contra Israel, EE.UU. y Arabia Saudí. En ocasiones habló de una “lucha global” contra los “enemigos del Islam”.
Su disputa con EEUU fue sostenida en su carrera. Desde que asumió como jefe de la Guardia Revolucionaria, Donald Trump se retiró del acuerdo nuclear internacional con Irán, restableció sanciones y designó a la Guardia Revolucionaria como una “organización terrorista”.
“Fue uno de los comandantes más destacados de la Revolución Islámica”, afirmó la Guardia Islámica tras su muerte. Mohammad Pakpur, general de división, será su sucesor.