En una sorpresiva maniobra diplomática, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la suspensión por 90 días de los aranceles que había comenzado a aplicar sobre productos provenientes de 75 países, medida que rápidamente hizo recuperar el pulso a los mercados globales.
No obstante, al mismo tiempo, el mandatario estadounidense elevó la tasa impositiva a los productos chinos al 125%, en lo que parece ser una clara escalada en la guerra comercial con Beijing.
El anuncio, que se produjo en medio de un clima económico de incertidumbre mundial, disparó una serie de movimientos en los mercados internacionales.
Los futuros del oro, como refugio seguro ante la volatilidad, subieron más de un 3% a 3.085 dólares por onza, marcando su segundo día consecutivo de alzas. A su vez, el cobre rebotó un 1,4% y la plata avanzó casi un 2%, lo que refleja el nerviosismo de los inversores, quienes se aferran a activos tradicionales ante la tempestad económica.
Reciprocidad y respeto
Pero la alegría en los mercados no fue compartida por el gobierno chino. En un comunicado rotundo, el vocero de Xi Jinping, Lin Jian, reiteró la postura del gigante asiático de que está “preparado para luchar hasta el final” contra las políticas proteccionistas de Washington.
De esta manera, Beijing dejó claro que no tiene intenciones de ceder ante la presión de Estados Unidos, lo que mantiene a la economía mundial al borde del abismo.
“Si Estados Unidos realmente tiene intenciones de resolver el problema que ha creado a través del diálogo y la negociación, debe demostrar una actitud de igualdad, respeto y reciprocidad”, señaló el funcionario. Pero “si está empeñado en librar una guerra arancelaria o una guerra comercial, China está lista para luchar hasta el final”, enfatizó.
De esta manera, Beijing dejó claro que no tiene intenciones de ceder ante la presión de Estados Unidos, lo que mantiene a la economía mundial al borde del abismo.
Montaña rusa
En un contexto de tensión creciente, la Cámara Europea en China también se posicionó respecto a la prolongada disputa. A través de un comunicado, destacó la preocupación por el impacto que la guerra comercial ha tenido sobre las empresas del continente, que ven cómo sus márgenes de beneficio se ven erosionados por los aranceles impuestos por ambas potencias.
La comunidad internacional observa con atención, mientras los inversores, temerosos de los efectos secundarios de un conflicto prolongado, se resguardan en el oro, considerado el activo más seguro en tiempos de crisis. Los metales preciosos, como el oro y la plata, continúan en ascenso, mientras los mercados de acciones se han convertido en una especie de montaña rusa con subas y desplomes vertiginosos ante la incertidumbre.
Por su parte, los analistas económicos advierten que, aunque la suspensión temporal de los aranceles podría dar un respiro a los mercados, el futuro sigue siendo incierto. El equilibrio entre la diplomacia y la estrategia económica de ambas potencias económicas podría definir el rumbo de la economía global en los próximos meses, y lo que parece ser una tregua, podría ser solo una pausa en una guerra que aún no muestra signos de amainar.